Desmotivación laboral: causas comunes
Todo líder desea que su fuerza laboral se mantenga entusiasta y motivada, pero tiene que asumir cierta responsabilidad para que esto suceda. Enfocarse en qué produce la desmotivación laboral y entender cómo las diferentes personas están motivadas y comprometidas permite mantener los niveles de entusiasmo y satisfacción altos, beneficiando no solo a los individuos en particular, sino al equipo y al negocio en general.
Las 4 causas más frecuentes de la desmotivación laboral
Cuando se descubre que un empleado o un equipo carece de motivación, es preciso comprender las razones subyacentes. Detectar las señales de advertencia de la desmotivación laboral a tiempo y tomar medidas para corregir cualquier problema, evitará la pérdida de talento y los problemas de productividad y rendimiento.
Las siguientes causas comunes de descontento son algunas de las que más probablemente podrían estar tener un efecto negativo en el negocio:
Falta de visión de carrera. Un empleado que no tiene idea de hacia dónde se dirige su carrera podría adoptar un estado menos motivado. Para evitar llegar a esta situación, se debe estimular a los empleados, ayudándoles a visualizar objetivos a largo plazo y planteándoles metas a corto plazo que les ayuden a alcanzar el siguiente marcador en su carrera.
Falta de seguridad. Es difícil sentirse motivado si no existe seguridad en el empleo y se tienen dudas acerca de dónde se estará dentro de uno o dos años. Los empleados más productivos y alejados de la desmotivación laboral serán aquellos que sientan que tienen un futuro a largo plazo con su empresa y pueden ver oportunidades en el horizonte. El líder tendrá que recurrir al establecimiento de objetivos y los programas de formación y capacitación para aumentar la sensación de seguridad de los empleados, algo que terminará beneficiando al negocio.
No sentirse valorado o apreciado. Es poco probable que un empleado que no ve reconocido su esfuerzo permanezca motivado por mucho tiempo, por lo que es esencial valorar el trabajo que realiza el personal. Puede haber ocasiones en las que desee repartir recompensas para reconocer logros, pero con mucha frecuencia bastará con un simple agradecimiento, verbal o por escrito.
Ausencia de oportunidades de desarrollo. Se ha comprobado que el desarrollo y la capacitación continuos aumentan y mantienen la moral. Un rol o una organización que se sienta estancada tenderá hacia la desmotivación laboral, mientras que las oportunidades regulares para crecer y mejorar profesionalmente alejan de este estado, contagiando de entusiasmo a la plantilla.
Por último, puede ser necesario mirar hacia dentro. Como líder se puede estar contribuyendo a crear una atmósfera negativa o la falta de dirección. El liderazgo deficiente es una receta para la negatividad. Los buenos líderes son flexibles e inclusivos, pueden comunicarse claramente y brindar atención y claridad a su equipo, al mismo tiempo que aumentan la confianza y recompensan el trabajo duro.
Eliminar el estrés de los conflictos y, en su lugar, proponer un debate saludable en el lugar de trabajo y evitar asignar cargas de trabajo poco realistas puede marcar el inicio de una vía rápida para evitar la desmotivación laboral y fomentar el aumento del compromiso en la empresa.