De nada sirve el liderazgo, el sistema de calidad, el sistema de educación y trabajo en equipo si seguimos actuando como la metáfora de la cubeta de cangrejos – deGerencia.com

De nada sirve el liderazgo, el sistema de calidad, el sistema de educación y trabajo en equipo si seguimos actuando como la metáfora de la cubeta de cangrejos

Una metáfora común es la de la cubeta tapada con cangrejos japoneses y la cubeta destapada con cangrejos mexicanos. En el caso de la cubeta con cangrejos japoneses está tapada ya que entre ellos se ayudan para salir de la cubeta y evitar ser parte de un suculento manjar en un restaurante. En cambio la cubeta con cangrejos mexicanos esta destapada porque si uno de ellos quiere salir los demás lo jalan hacia adentro de la cubeta para evitar que salga.

Ignoro si esto suceda con los cangrejos, pero de lo que si estoy completamente segura, es que con las personas pasa constantemente sino es que a diario.

Es lo mismo que sucede con una manzana podrida en una canasta de manzanas relucientes, la química y la física nunca han fallado.

He tenido la fortuna de pertenecer a todos los estatus laborales, desde analista de laboratorio hasta ser la Directora Técnica de mi propia empresa. Todo esto me dio la dicha de conocer la famosa “cubeta de cangrejos”. A esta cubeta de cangrejos pertenecemos todos desde el intendente de limpieza hasta el director general o dueño.

Es lamentable como los jóvenes salientes de las Universidades traen un hambre loca de aprender, de mejorar su sabiduría, de tener más experiencia, de mejorar su economía, de mejorar su tener, su hacer y su ser. Cuando llegan a una organización se les desvanecen poco a poco esas ganas y comienzan a pertenecer a la cubeta de cangrejos.

Esa pasión que tienen se traduce en lo que coloquialmente se llama como ponerse la camiseta, es una persona dedicada, puntual, responsable hasta cierto punto, involucrada y que da el 100 % y su resto, todo con la finalidad de mejorar su sueño de pertenecer a un puesto alto dentro de la organización, o simplemente de demostrar que puede hacer bien las cosas con el fin de llegar a ser uno de los altos mandos o ser parte del indicador de productividad.

Sin embargo, se comienza a codear con gente que tiene el síndrome del cangrejo, no significa que te va a jalar para que no te salgas, te va a jalar para que pertenezcas a su enfermedad, la apatía, el conformismo y la mediocridad.

Esos síntomas que se reflejan en frases y actitudes como:

  • “así déjalo, no se dan cuenta”,
  • “así siempre lo hemos hecho y no ha cambiado desde que yo tomé el cargo”
  • “un día intenté hacer algo diferente y me dijeron que dejara todo como ésta”

El sueño de poder mejorar tanto lo personal como lo laboral se pierde y la productividad de la persona disminuye, su mente comienza a preguntarse “ que hago aquí, mi opinión por humilde que sea no la toman en cuenta”, que sucede, comienzan a buscar otro trabajo y esto en el mejor de los casos, por qué no se quieren enfermar de lo mismo, en el peor de los casos se contagian de la misma enfermedad y la empresa sigue su mismo ritmo, en este caso, ya pertenecen a la misma cubeta de cangrejos, conformistas, apáticos y esperando la quincena.

Ahora bien, de que sirve entonces, los cursos de liderazgo, de trabajo en equipo, tener diplomados y maestrías para terminar contaminando a la gente de la nueva generación que puede hacer que esta cubeta en lugar de ser una cubeta, pueda ser un barco totalmente dirigido a mar abierto y conquistar nuevas tierras.

Estoy convencida de que los primeros que debemos de cambiar nuestra perspectiva de ser y comportamiento son desde los dueños o directores de empresas y bajarlo hasta las jefaturas, los cursos los toma la gente que sigue teniendo un alto nivel de rotación, conformismo, apatía y desgano, influidos todos por el Liderazgo del jefe superior inmediato.

Les voy a comentar una anécdota de como una empresa sin líderes pierde a un líder en conocimiento: conozco a una chica que se graduó por mención honorífica, es decir, fue tan alta su calificación que le dio él titulo de Ingeniero en Alimentos de inmediato, una chica verdaderamente dedicada a su trabajo, inteligente, puntual, responsable, involucrada, de esas personas que muy pocas veces encuentras, bueno pues para que haya tenido un promedio de 9.5 en una carrera de químico en alimentos, no tan fácil, no es ningún nerd, es una persona versátil, conoce de todo, va al cine, al antro, hace fiestas, en fin, la Universidad le pagó un semestre en una universidad en España por su alto rendimiento.

Realizó sus prácticas profesionales en una empresa que de entre sus actividades venden equipos para laboratorio para el control de calidad de harinas. Después de su estancia para prácticas profesionales, le dieron la oportunidad de pertenecer al cuadro básico de investigación y desarrollo. Realmente los logros de ésta chica en comparación con la que estaba de planta eran superiores, por cada 10 proyectos cerrados por parte de la genio, la otra cerraba .25 de un proyecto, realmente era impactante la diferencia y en sueldo la genio ganaba el 65 % menos que la que no cerraba proyectos.

Esto causó conmoción a la chica, realmente su estado de ánimo se vio afectado, se hacia mil preguntas que no tenían respuesta y entre ellas era el porque el dueño no le reconocía su trabajo, sus logros, sin embargo, su rendimiento seguía igual, pero a la par que sucedía esto, ella ya estaba en busca de otro empleo, en donde le reconocieran el interés y la manera de responder.

Con su poco sueldo duró aproximadamente 5 meses, hasta que se armó de valor y por iniciativa le dijo al dueño que si le podía aumentar el sueldo, solo así tuvo la remuneración.

Tiempo después tomó una responsabilidad que no le correspondía, dada la circunstancia de que habla el inglés y de que es una persona sumamente entregada.

Esta responsabilidad era el realizar un protocolo de validación para un equipo que debía ser entregado hacia cinco meses atrás y que por una incompetencia comercial el área técnica debía de resolver.

Para poder validar el equipo debía de seguir ciertas instrucciones de Francia vía telefónica y solucionar el problema que tenía el equipo, cierto día esta chica hizo la cita muy temprano en la mañana y en esta cita vía telefónica debía estar el gerente comercial para arreglar alguna situación comercial que se diera con el cliente.

La chica estaba preparada para la reunión telefónica, sin embargo, el gerente comercial le canceló, mencionándole que no podía ir debido a que tenía que llevar a su esposa al aeropuerto. Esto conmocionó a la genio de investigación y desarrollo, ya que el personal de Francia tenía compromisos que atender fuera de Francia y a cierta hora. Lamentablemente la chica quedó mal con Francia, pensando que no tenía interés en solucionar un problema. Y quien realmente no tenía interés en resolver era el Gerente Comercial de la empresa.

La chica genio finalmente estudia para perfeccionar el inglés y estudia orgánica para hacer examen de admisión en una Universidad de Alemania y hacer un postgrado. Estudio que le servirá para ser contratada por una empresa interesada en su conocimiento y ganas por pertenecer al primer mundo, dado que la empresa en donde labora es una cubeta de cangrejos, ella busca otra opción, subirse al barco con gente comprometida para conquistar nuevas tierras.

Como se pueden curar las enfermedades de la apatía, el conformismo y el desgano

1. Siendo empatícos, es decir, pongámonos en los zapatos de nuestro subordinado y sintamos lo que él quiere expresar. Generalmente los puestos gerenciales se encuentran en una oficina delante de una computadora, no saben lo que se vive en el área de trabajo, existen otras gerencias que si viven en el área de trabajo, sin embargo, el trabajo queda en segundo plano, pues son las emociones lo que llevan a la gente a ser productivos, la relación jefe-subordinado es de suma importancia, es preciso familiarizarse con el personal, de saber que piensan, que sienten, que deporte practican, que hacen en su tiempo libre, la familia, su vida, sus intereses, en fin, tantas maneras de poder relacionarse con nuestros subordinados que son los que verdaderamente hacen el trabajo.

2. Ponerse la camiseta de la empresa, sentir que somos los dueños de la empresa, que nuestro dinero está invertido y que no nos gustaría que se mal gastara por un error de la persona que ésta a un lado mío.

Imaginar que nosotros fundamos la empresa, que estamos involucrados en la totalidad, este pensamiento debe ser desde el dueño hasta el más humilde de los cargos. Si en nuestra casa hacemos lo posible porque no se malgasten los recursos y se aprovechen al máximo, porque no hacerlo en nuestra empresa que es la que nos da el sustento en un porcentaje mayor.

3. Afrontemos los problemas laborales ( oportunidades) con valor, tengamos firme que si nosotros los Directores o dueños no solucionamos un problema, nadie lo va a hacer y nuestra empresa comenzará a sufrir una crisis de clima laborar que se refleja en productividad, utilidades, inversión y la pérdida de gente que verdaderamente puede llevar a nuestra empresa a los cuernos de la luna.

Con este tipo de actitud y respuesta a nuestro sentir, vamos a poder aprovechar ahora si, las maestrías, cursos, talleres de liderazgo y en fin, en todo lo que la empresa invierta para su bienestar y el nuestro.

Maria Fernanda Velazquez Romero

Ing. Químico en Alimentos (Universidad Autonoma de Querétaro). Posgrado en Ingeniería Industrial en Control de Calidad (Tecnologíco de Querétaro). Posgrado en Sistemas de Calidad y Productividad ( ITESM campus Querétaro). Gerente de Aseguramiento de Calidad en Grupo Fomento Queretano por 7 años (Coca Cola). Gerente Técnico y de Calidad por...

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Un comentario sobre “De nada sirve el liderazgo, el sistema de calidad, el sistema de educación y trabajo en equipo si seguimos actuando como la metáfora de la cubeta de cangrejos

  • el marzo 8, 2018 a las 5:56 pm
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    Estoy totalmente de acuerdo con usted.
    Muy puntal su artículo.
    Felicidades.

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