Tras desplome del PIB, la recuperación podría tardar hasta 10 años – deGerencia.com
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Tras desplome del PIB, la recuperación podría tardar hasta 10 años

Pero a estas alturas ya solamente el discurso oficial espera una recuperación en “V”, es decir un desplome abrupto, tal como el que hemos registrado, con un repunte inmediato.

El descenso del PIB de México en el segundo trimestre del año lo podemos interpretar de la siguiente forma: por cada 100 pesos de valor, la economía mexicana perdió 18; esos 18 pesos multiplicados por miles de millones de pesos, fue lo que perdió México en solo tres meses.

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) informó el jueves que el PIB del país durante el segundo trimestre del año registró una caída histórica de 18.7 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior. No hay ningún antecedente de un desplome de tal magnitud en ningún periodo similar o diferente, jamás desde que se tiene memoria histórica el PIB se había derrumbado en ese modo.

Un escenario de tal magnitud para la economía del país podría ser menos trágico si existieran expectativas de una recuperación más o menos pronta, como ha sucedido en las otras grandes crisis, o cuando menos las más recientes y representativas (1995 y 2008).

Pero a estas alturas ya solamente el discurso oficial espera una recuperación en “V”, es decir un desplome abrupto, tal como el que hemos registrado, con un repunte inmediato y si bien no en la misma magnitud, si con una tasa de crecimiento muy superior a los registros previos.

La comunidad financiera nacional e internacional augura una lentísima recuperación para la economía mexicana. Diversas casas de análisis como Banco Base, Bank of América o la agencia Bloomberg señalaron un periodo mínimo de 4 años para que la economía mexicana alcance los niveles de PIB registrados en febrero de este año, mientras que en una serie de escenarios pesimistas manejan un mínimo que va de 6 y hasta 10 años, lo que llevaría la catástrofe a otras dimensiones por el aumento de la pobreza, desempleo y varios factores más.

Lo anterior quiere decir que una recuperación en “V” está más que descartada. De de hecho, es solamente un sueño porque necesitarían suceder muchas cosas para que la economía mexicana estuviera dentro de un año en otra situación, incluso en el escenario hipotético de que surgiera una vacuna eficaz hacia el cierre de este año. La figura que más esperan ahora los analistas es la de una “L”.

Desplome sin precedentes

Cualquier país en el mundo que registre una caída de 18.7 por ciento en el PIB de algún trimestre tiene problemas graves, sea de izquierda, derecha o centro, industrializado o con mucho mayor razón en vías, con 100, 200 o 300 millones de habitantes, entre más población tenga, más severos pueden ser estos problemas. México, por lo tanto, no es ni será la excepción.

No se trata de ser pesimistas en exceso. Simplemente, es dimensionar el tamaño de la catástrofe para la economía mexicana, varios son los ejemplos y las comparaciones que podemos hacer.

Por ejemplo, la caída trimestral anualizada del PIB de México representa una contracción de, agárrese de su asiento, 52.66 por ciento; esto es lo que caería nuestro PIB si mantuviera constante por 3 periodos trimestrales más el descenso reportado en el segundo trimestre de este aciago 2020; en Estados Unidos su PIB registró un desplome anualizado durante el segundo trimestre (el mismo que en México), de 32.9 por ciento.

Se cumplió esa vieja máxima que dice que cuando a la economía de Estados Unidos le va mal, a la de México le va pésimo. Para ponerlo en los términos de moda: durante el segundo trimestre del año a la economía de Estados Unidos le dio Covid-19, pero todo indica que con ciertos cuidados se recuperará; mientras que a la economía de México igualmente le dio Covid-19, pero se puso tan mal que en este momento está intubada y su pronóstico es reservado.

Para el año siguiente y quizás por varios años más, nuestro país deberá no sólo ajustar su tamaño como economía, sino que seguramente tendrá menos recursos disponibles, se habrá endeudado más porque de manera automática la deuda se incrementa como proporción del PIB, y además el déficit de empleos que antes de la pandemia se estimaba de entre 1.0 y 1.3 millones cada año y ya era un verdadero reto, aumentaría porque una economía que no crece o no crece lo suficiente, no puede generar las plazas laborales mínimas requeridas. La caída del PIB debería ser un baño de agua fría para todos los mexicanos de todos los niveles, vivimos una auténtica catástrofe que, no por el hecho de que se esperaba, es menos intensa.



  • Ver original en Alto Nivel
  • Publicado el sábado agosto 29, 2020
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