El consejo de inversión que te hubiera gustado recibir con 20 años (y que puedes darle hoy a tus hijos)
Hacer las cosas en el último momento nunca es bueno y menos si de lo que hablamos es de ahorrar. En ese campo, cuanto antes se empiece muchísimo mejor, ya que el tiempo es nuestro mejor aliado para que el dinero crezca sin casi darnos cuenta. De hecho, como veremos a continuación, el paso de los años hace potencialmente más rentables las inversiones que hicimos de jóvenes comparado con aquellas que comenzamos cuando ya tenemos cierta edad y, por tanto, menos tiempo para hacerlas rentar.
Es cierto que los veinte años es para la mayoría de las personas la década en la que menos podemos permitirnos ahorrar para la jubilación, sin embargo merece la pena hacer un esfuerzo ya que ese periodo, con mucho, es el más importante para asegurarse una hucha cuando seamos mayores. Es más, lo creas o no, ¡los primeros diez años de ahorro son potencialmente más poderosos que el conjunto de las siguientes cuatro décadas!
Hablamos de la magia del interés compuesto… o la octava maravilla del mundo, como el gran Albert Einstein denominó a este efecto temporal en el dinero, que produce que las rentabilidades que conseguimos de un capital a su vez produzcan nuevas rentabilidades y aumenten la base sobre la que, una vez más, se generan nuevos retornos. Y así una y otra vez. Es decir, los intereses de los intereses.
Lo vamos a ver claro analizando el hipotético planteamiento de ahorro de dos hermanas. María fue previsora y empezó a ahorrar para su jubilación a los 21 años, con 100 euros todos los meses que fue metiendo en un producto de ahorro con el que conseguía un 7% anual. Pero a los 30 años dejó de hacer esas aportaciones y no volvió a tocar el dinero hasta los 70 años, cuando se jubiló. Si cogemos la calculadora y multiplicamos esos 100 euros al mes, por 10 años al 7%, veremos que a los 30 años ya tenía 17.308,48 euros. No está mal, desde luego, pero aún nos queda saber qué ocurrió durante los otros 40 años que estuvo sin tocar un dinero que no obstante siguió rentando al 7%. ¿El resultado? Que con 70 años se encontró con 282.325 euros.
Su hermana Pilar, por su parte, no comenzó a ahorrar hasta que tenía 31 años, pero una vez que empezó no dejó de aportar 100 euros al mes a su cuenta de ahorro hasta que cumplió los 70 años. ¿Cuánto consiguió en esos 40 años haciendo hucha? Solo 262.481 euros. En otras palabras, con la misma cantidad destinada al mes, 10 años de ahorro temprano produjeron 20.000 euros más que cuatro décadas de ahorro. Y todo gracias al efecto del interés compuesto en el que el tiempo multiplica exponencialmente el interés logrado…