La transformación de la Organización por la Calidad
Las organizaciones preocupadas por su imagen y rentabilidad de negocio, vienen implementando las MPG, Mejores Prácticas Gerenciales, con el fin de atender y satisfacer las necesidades de los clientes, clientes que hoy en día están excelentemente bien informados de la caracterización del producto en temas como ingredientes, otros proveedores, precios, adicionales, descuentos por alianzas estratégicas, un conjunto de variables que hacen exigencia en la prestación de cualquier servicio o producto que se comercialice.
Lo anterior supone una reingeniería a los procesos actuales que se vienen aplicando con paradigmas televisivos como, Superamigos, donde un equipo de trabajo soluciona todo problema que se presenta, la pregunta posterior que se han hecho después de inversiones cuantiosas, se requería de esta inversión, mejoraron los niveles de productividad.
Otro paradigma es el Chavista pero no por el señor Presidente de Venezuela, sino por el Chavo del Ocho, siempre son los mismo errores y no se aprende.
Los increíbles, el colaborador que si sale a vacaciones o se incapacita, la organización fracasa, se paraliza, se cree el hombre increíble.
Los nucleares, el colaborador que tiene el poder absoluto hace y deshace, rompe, es el hombre nuclear.
Padres e hijos, todas las relaciones son permitidas, la confianza es totalitaria, el nepotismo brilla por su presencia.
Los protagonistas, quienes se ufanan de saberlo todo, lo tienen todo, pero a la hora de actuar, se ven los resultados.
Los desafistas y los famosos, son los pensamientos administrativos y operativos que hacen el efecto pigmaleón para subsistir en la organización.
Todos estos paradigmas ameritan revisión inmediata como escuela de aprendizaje y revolución formativa a nivel de gerentes actuales y gerentes en potencia, donde no permite negociar significados para mejorarlas sino son de aprobación absoluta o sino el cliente estaría diciendo estamos cambiando de nombres de productos y servicios, nombres de áreas, nombres de jefaturas por aquello del mercadeo de términos, por que la esencia es la misma, no ha pasado nada de nada, las cosas siguen haciéndose de la misma forma, los niveles de satisfacción tanto interno como externo no reflejan la alta inversión realizada en procesos de mejora continua.
Por último le dedicaré este último párrafo al verdadero secreto de éxito para una certificación de calidad Total, la gente, la familia, el equipo de trabajo, los líderes, los jefes, haciendo las cosas con amor, ternura, responsabilidad, honestidad, por que esa es la calidad que el cliente desea tener y recibir cuando solicita o compra un producto.
A veces la globalización a llevado a generar controversia gerencial y es sana que exista, lo malo es el criterio para sesgar la dicotomía y escepticismo entre quienes tratan de aplicar las mejores practicas y los que no se atreven a salir de la zona de confort, por aquello de nuestra cultura tímida y falta liderazgo en nuestro concierto laboral o tal vez por revisar que ciertas tecnologías o estilos administrativos no aplican en este espacio llámese empresa, organización, factoría, País Colombia, continente; nuestra cultura ancestral se debe respetar pero no temerle a contextualizarla en un mercado mundial, con gerencias emigrantes de país en país, de multinacionales a multinacionales, de casas matrices a subsidiarias y de holding a core business.
Si certificamos una organización, es primordial ante todo certificarse o certificar cada persona es su actuar, cuantos procesos aplicas a tu vida, los tiene monitoreados, su saber, su pensar, su ser, tienen observaciones, cuantas no conformidades menores y mayores, que plan de acción tienes preparado como respuesta a estas auditorias de la vida, tu proyecto, tu rol, tu cargo lo sabes, viven la gerencia bombero, solo correcciones pero nunca acciones correctivas, ¿ Cuántos productos no conformes produces?. ¿Cuál es su control de registros? ¿Tiene trazabilidad de su gestión? ¿Posee las evidencias? ¿Qué versión eres?.