Importantes si, imprescindibles…no
En todas las empresas encontramos funcionarios que por su esfuerzo y desempeño llegan a ser piezas clave en la organización.
Estos funcionarios son personas valiosas, que deben ser dirigidas con inteligencia por parte de sus jefes. Llegan a tener dominio de áreas vitales y de pronto, sin que nos percatemos, cuando una de esas personas se ausenta, el área que depende ella simplemente no camina.
La voz de alerta debemos escucharla cuando enfrentamos situaciones como las siguientes:
…No puedo darle una respuesta ahora porque el encargado de esa área no está….
O bien… Fulanita ha puesto su renuncia, ¿Le propongo un mejor salario para que no se vaya?…
Si bien es cierto, algunas veces sucede que un funcionario está por debajo del promedio del mercado en su remuneración, muchas de las renuncias de estos funcionarios clave son solo eso, medias de presión para obtener una mejor remuneración, se han dado cuenta de que la empresa, de alguna forma, depende de ellos y no ellos de la empresa.
Algunos de los puestos clave son: Contadores y encargados de cuentas por cobrar, Vendedores y/o promotores que han encontrado el medio para hacer crecer su nombre y no el nombre de la empresa o del producto que representan, y le dicen al Gerente: Me voy, y mi cartera de clientes se va conmigo si no me conceden lo que pido.
Sin embargo, es también una realidad que no se pueden tener dos o tres encargados de un área, sobre todo en las PYMES (Pequeñas y medianas empresas), menos aún en la mini o micro empresas, entonces ¿Qué hacer?, parece que llegamos a un punto en el cual la cuerda no estira más y tiende a romperse.
En mi artículo anterior, mencioné la polifuncionalidad y nuevamente insisto sobre ella. En un departamento donde existen varios funcionarios, todos deben ser capaces de sustituir temporal o permanentemente a sus iguales. No obstante, debe haber un responsable por cada área.
Cada Gerente debe desarrollar un proceso de capacitación tal, que le permita a sus funcionarios polifuncionar interactivamente. Inclusive, debe permitirle al Gerente, eventualmente, rotar su personal de un puesto a otro, según lo estime conveniente, para desarrollar las habilidades de sus subalternos y colocar en cada posición la persona con el perfil y el desempeño más adecuado, sin que por ello convierta a esa persona en un intocable.
En el entendido de que la polifuncionalidad debe promoverse en labores afines, creo firmemente que el Gerente mismo debe polifuncionar interactivamente con su personal y conocer profundamente las funciones de sus dirigidos y las dificultades que enfrentan para realizar de manera eficiente y eficaz sus funciones. Inclusive, el Gerente debe perder el temor de que sus subalternos aprendan algunas de las labores importantes que éste realiza, al menos en el nivel operativo.
Cada Gerente debe desarrollar Sistemas de Trabajo que sean lo bastante fuertes para defenderse de los funcionarios que pueden llegar a ser imprescindibles, pero que sean lo bastante bondadosos para estimular a los funcionarios a dar lo mejor de si en pro de alcanzar los objetivos propuestos.
exelente
El funcionamiento democrático de una empresa se facilita con la poñlifuncionalidad
Felicitaciones!!! Buen artículo. En cierta ocasión leí que nadie es imprscindible… «El que se crea imprescindible, que meta un dedo en una fuente de agua, si al retirarlo queda un hueco… entonces es imprescindible».
Imprescindible el capitalista. El resto solo somos el engranaje, si algo falla lo cambia y punto. Los repuestos abundan y de todo precio.
Ni siquiera el dueño o accionista mayor de una empresa es imprescindible… si por algun motivo este desaparece tambien encuentra sustituto.