Precio del petróleo: entre la agonía y el éxtasis
El mayor paquete de ayuda a la crisis económica mundial no ha provenido de los rescates masivos que han significado millonarias inyecciones de recursos para sostener al sistema financiero. El alivio real para el mundo provino de la sistemática baja que tuvo el precio del crudo desde los 147 dólares el barril a que llegó en julio del año pasado, a los 35 dólares que alcanzó a principios de este año.
Esto significó una ayuda real para millones de consumidores que pudieron articular y ordenar su presupuesto en tiempos de una fuerte crisis económica, permitiendo a las personas disponer de más dinero en el bolsillo. Sólo en los Estados Unidos el ahorro producido por el petróleo barato alcanzó los 280 mil millones de dólares. Parte del fenómeno deflacionario se debe a la fuerte caída en la demanda global.
Si bien la reciente alza del precio del petróleo comienza a transmitir la estabilidad de su demanda, guarda el sabor de que un alza sostenida ponga en peligro los pequeños brotes de recuperación. El alza del crudo que esta semana alcanzó los 70 dólares nos da cuenta que el momento de la verdad para la energía está llegando, y que aún no se resuelven temas básicos como el calentamiento global y las emisiones. Es decir, nos hallamos en la encrucijada de volver al punto inicial (y varios escalones más abajo) sin haber avanzado en los puntos esenciales…