Los jueces destapan los trucos de las empresas para falsear el registro horario
El registro de jornada, en vigor desde mayo, se implantó con la finalidad de controlar las horas extra no compensadas que se hacían en las empresas. La norma, no obstante, no especificó cómo debía hacerse dicho seguimiento, dando un amplio margen a las compañías a la hora de escoger el sistema de control más conveniente.
Ante esta circunstancia, muchos laboralistas mostraron su preocupación porque esa libertad fuera empleada por quien pretendiera falsear el registro para ocultar los excesos de jornada. De hecho, el Ministerio de Trabajo reveló la semana pasada que, en los seis primeros meses, los inspectores de trabajo abrieron 2.010 expedientes relacionados con el control de jornada, de los que el 21% estaban relacionados con posibles fraudes.
Obligadas a firmar
Los inspectores no han sido los únicos en desenmascarar los engaños de las organizaciones. Los tribunales, por su parte, también han desempeñado una importante labor a la hora de identificar empresas infractoras, ampliando la protección al empleado en estos casos.
Así lo hizo recientemente un juzgado de Ciudad Real (accede aquí a la sentencia) al condenar a una peluquería que obligaba a una de sus empleadas a firmar menos horas de las en realidad hacía. En esta ocasión, el juez dio por válido el testimonio del resto de los trabajadores y apuntó que, al tratarse de un centro de estética, “es lógico que los viernes y sábados necesite a la totalidad de su plantilla para atender a la clientela”, que siempre es mayor que durante el resto de la semana.