Lo que sabemos del reciclaje
Los términos: sustentabilidad, reuso, reciclaje, manejo integral de residuos y economía circular, han sido utilizados con mayor asiduidad en los últimos tiempos y hasta se han convertido en parte de nuestro acervo social, pero, en realidad, ¿sabemos cómo es el reciclaje?, ¿sabemos quién participa y su importancia para la economía?
Al igual que la naturaleza tiene su grupo de microorganismos encargados de restituir los nutrientes a las redes tróficas, la industria y el desarrollo de un país también tienen a ese grupo de personas, empresas, y sistemas encargados de restituir los materiales valiosos y los elementos vitales para que la sociedad se mantenga en equilibrio y crezca en armonía con el medio ambiente.
Existen millones de personas que no se ven, y que están involucradas en regresar lo valioso de los productos después de su consumo nuevamente a las cadenas productivas. Personas que día a día se dedican a recuperar el plástico que tiramos todos los días sea como una bolsa, un empaque o un embalaje. Basta recordar que en nuestro país se generan a diario poco más de 100 mil toneladas de residuos, de los cuales solo el 1% corresponde a bolsas de plástico.
En México, como en otros países, la industria del plástico es una pieza clave de nuestro desarrollo económico, con un impacto económico anual superior a los 23 mil 400 millones de dólares, más de 228 mil empleos directos y de 500 mil indirectos. Pero no hablemos de la comercialización o ventas de productos, bienes o servicios, asociados a las bolsas y películas plásticas, enfoquémonos en todo aquello que no vemos y que hacen posible el reciclaje del plástico postconsumo.
Esa actividad, como cualquier otra, requiere de conocimiento y habilidad particular para separarlo y prepararlo y que sea adecuado para volver a convertirlo en materia prima y que requiere maquinaria y equipo diseñados y vendidos por ingenieros y otros especialistas que requieren de personal capacitado exprofeso para su manejo y mantenimiento. Y se realiza en establecimientos fijos que requieren de permisos y de servicios para solamente recuperar el plástico que tiramos. Material que obtienen de tiraderos, plantas industriales, centros comerciales, casas habitación, entre otras.
La industria muele y funde el material para usarlo nuevamente en nuevos productos. ¿Sabías que el manejo de estos materiales también requiere de choferes, operadores de maquinaria con diversos grados de especialización o de certificaciones, oficinistas, inversionistas, funcionarios, organizaciones sociales e industriales, para que esta actividad se lleve a cabo? Esto sin considerar los profesionistas especializados, técnicos y oficinistas que desarrollan y atienden los trámites gubernamentales, privados, de servicios financieros, mensajería, etc. involucrados en la cadena de valor.
Por ello, es importante que reflexionemos que cuando tiramos una bolsa fuera de este sistema, lo que realmente estamos haciendo es cortar esta cadena de beneficios, afectando a prestadores de servicios públicos o privados, financieros, contables, de oficina, construcción, diseño, control o limpieza, de la salud, del medio ambiente, trabajadores, obreros o voluntarios, profesionistas o expertos ocupados en el reciclaje de bolsas.
Por ejemplo, lejos de lo que se cree, nuestro país es un caso de éxito en cuanto al reciclaje del PET, ya que se recupera alrededor del 60% de este material que consumimos. Mayor porcentaje, en comparación con Estados Unidos, que apenas alcanza 30% de recuperación.
La clave de alcanzar la eficiencia en rubro, está en trasladar estas experiencias y modelos a otros materiales reciclables, como las bolsas y películas plásticas. Infraestructura y creatividad tenemos, empresarios y personal comprometido y creativo tenemos, y el deseo de trabajo conjunto gobierno, empresas y población es una realidad alcanzable, hagamos del reciclaje una práctica tan cotidiana como fundamental. Y tú, ¿estás dispuesto a colaborar?