Lo hice fatal, pero lo hice – deGerencia.com
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Lo hice fatal, pero lo hice

“Alcanzas la edad adulta, el día que llegas a reírte de ti mismo por primera vez” decía Ethel Barrymore

Todos tenemos algo que se nos da de culo. Ese algo que nos encanta hacerlo. Pero lo hacemos con ganas, con ilusión, porqué realmente nos gusta hacerlo.

¿Pero qué pasa?

Que lo hacemos a escondidas y sin que nadie se entere de los resultados que estamos cosechando. ¿Por qué?

Porque en una sociedad donde el postureo, el hacer creer a los demás que somos la polla en vinagre y donde todo depende del tamaño que tengas tu número de seguidores en redes,… decir que haces algo mal, es un sacrilegio.

Tienes que mostrar que eres un experto en todo, aunque el “making off” de la foto sea que ha sido otros quién lo ha hecho por ti.

Pues al igual que digo en mucha ocasiones, que creo que no escribo para nada bien, tampoco se cocinar como arguiñaño y sin embargo me encanta; tampoco se cantar pero dame una canción de Raphael y me verás muy feliz, así como que tengo dos pies izquierdos pero siempre que veo una pelota de fútbol, me gusta.

TODOS tenemos algo que se nos da como el culo, pero sin embargo nos encanta hacerlo, ES ALGO QUE NOS IMPORTA.

Y digan lo que digan los demás, lo hacemos porque así lo sentimos.

Siempre que me oigo cantar, digo lo mismo después de haberme reido de mi mismo y haberme subido la motivación a niveles estrastosfericos: “Hasta los de Operación Triunfo cantan mejor que tú”.

Cuando haces cosas que se te dan mal, te das cuenta de lo difícil que son algunas cosas. Se ve por la televisión como juega Messi, pareciendo que esta en una partida de la Play Station. Ves a Raphael encima de un escenario y piensas; “Yo también sé hacer eso”. Pero cuando te pones de verdad, observas que para llegar hasta donde están esas personas que te inspiran, lo que han tenido que hacer ,el esfuerzo que han tenido que realizar y las horas que le han tenido que echar.

Unos naceran con talento innato, pero otros tienen que esforzarse para pulirlo y alcanzar unas metas de inspiración para los demás.

¡¡NO TODO ES TAN FÁCIL MI PEQUEÑO SALTAMONTES!!.

¿Por qué haces lo que haces, si lo haces tan mal?

PORQUE NO ESPERAS NADA. Lo haces porque te gusta, te alienta, te motiva. Y no esperas nada más. No espero ganarme una estrella michelin con mis platos, no espero que me fiche el F.C. Barcelona con mis dos pies izquierdos…Todo lo haces porque te diviertes, porque no esperas una ganancia económica y mucho menos un premio Nobel.

Solo lo haces porque así lo sientes, porque te gusta y leches, PORQUE TE APETECE.

Para ti es un juego. Y así creo que tenemos que probar las cosas , JUGANDO. Así tenemos que romper el miedo con la curiosidad, así es como rompemos lo limites, JUGANDO, porque con expectativas, presiones, miedos y vergüenzas, nunca los conseguiremos superar.

¿Por qué dejamos de hacer las cosas que tanto nos gustan aunque las hagamos como el culo? Porqué nos comparamos con los demás. Cuando creemos ver que los demás lo están haciendo mejor que nosotros, que nunca habrá manera de poderlos alcanzarlo.

Cuando nos comparamos con alguien, lo que pensábamos que hacíamos mal pero nos daba igual, porque lo hacíamos como nosotros queríamos , lo mandamos a tomar viento, porque pensamos que nunca llegaremos a nada, porque no confiamos en nosotros, en nuestro potencial.

Siempre lo digo, lo que tú haces mal a lo mejor para otra persona, piensa que eres un genio, y te estará preguntando al instante de verte, ¿Cómo lo haces?

Nos pasamos la vida comparándonos con los demás, con los que consideramos más grandes. Cuando la verdad tendríamos que compararnos con quien éramos ayer. Simple y llanamente. Porque de eso se trata la vida, de ser mejor que lo fuiste ayer, mejor persona, mejor profesional… y lo que digan los demás, que te la bufe.

Cuando no te comparas con nadie y sigues haciendo eso que tanto te gusta pero crees que se te da realmente mal, estás haciendo dándote el mayor regalo que una persona se puede permitir.

¡¡CONOCERSE A UNO MISMO!!.

Es una comunión entre tu subconsciente, tu talento, tu paz o tu coherencia. Cada artículo hace descubrirme más, darme guantadas sin mano a mis miedos o a mis vergüenzas,:

.- Te hace darte cuenta que nunca sabrás todo al 100%.

.- Que las caídas son las mayores lecciones de vida que podemos recibir.

.- Que la vida son dos días y si uno lo pasamos cagandonos en todo, el otro pasemos viviendo lo que nos gusta.

.- Si algo se te da mal, ya tienes un razón para vivir. Porque ahí tienes una razón para estudiar, para apasionarte más por lo que te gusta hacer , para mejorar por tu satisfacción,…

Una de las cosas más importante que me ha enseñado hacer las cosas mal, pero al menos hacerlas, es la humildad.

¿Quién no tiene un cuñado o un amigo que dice que hace las cosas geniales y cuando no les sale , se cabrea o pone alguna excusa? Alguno que otro conocemos con esa reacción donde la humildad brilla por su ausencia.

Hacer las cosas mal, pero hacerlas, te enseña la humildad de reconocer tus fallos, de que eres tus acciones y no tus pretensiones. y que no eres mejor que los demás porqué una vez te haya salido algo bien.

La verdad que te vuelves menos imbécil. Te lo recomiendo.

No sé qué haras mal pero te encanta hacerlo, pero te felicito, porque si te das cuenta, por el camino encontraras mucha belleza , de superarte, de aprender, de caerte… mucha más belleza que aquellos que solamente hacen las cosas que hacen bien y se avergüenzan de las que creen que hacen mal.

HAZLO FATAL, PERO HAZLO. Esa es mi respuesta siempre ante la duda de hacer algo o no.

¿Y tú por qué opción optas?



  • Ver original en Princoi
  • Publicado el jueves noviembre 7, 2019


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