La escasez de carne será peor de lo previsto

E incluso si la carne está disponible en su tienda de comestibles local, puede estar limitada a uno o dos porciones en cada viaje. Para aquellos que no están familiarizados con el concepto, esto es lo que se conoce como “racionamiento”.
Y aunque el Presidente Trump acaba de emitir una orden ejecutiva que “alienta” a las instalaciones de procesamiento de carne a permanecer abiertas, en realidad no hará mucho para alterar la trayectoria actual, y explicaré por qué a continuación.

Menos procesamiento de carne

Pero primero, hablemos de cómo están las cosas actualmente. Según USA Today, los “mataderos estadounidenses procesaron casi un millón de reses, cerdos y ovejas menos en la última semana, que en la misma época hace un año, marcando un nuevo mínimo que, según los expertos, probablemente aumente la escasez “puntual” de carne en algunas tiendas de comestibles.

Y a medida que el número de instalaciones de procesamiento de carne que cierran debido a la pandemia del COVID-19 ha aumentado, la disminución de la producción de carne “se redujo en un 25% en comparación con la misma época del año pasado, según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos. Y el miércoles (29 de abril), la producción fue un 42% más baja que el mismo día del año pasado.

La inútil orden de Trump

En los últimos días, había esperanza de que la nueva orden ejecutiva del Presidente Trump pusiera fin rápidamente a la escasez de carne. Pero los expertos legales dijeron que la orden, que declara a las plantas empacadoras de carne como “críticas” para mantenerse abiertas, hará poco para detener la caída de la producción de carne, provocada por la propagación del coronavirus entre los empacadores de carne.

“No obliga a los productores de carne o aves a permanecer en la producción”, dijo Deborah Pearlstein, profesora de derecho en la Universidad Yeshiva, y no da a los empleadores inmunidad frente a las demandas.

Las amenazas a las compañías

Las grandes corporaciones de procesamiento de carne van a tener mucho miedo de reabrir las instalaciones, mientras se cierna sobre ellas la amenaza de demandas de trabajadores enfermos. Ya hay abogados dando vueltas como buitres, y van a tratar de exprimir millones de dólares de estas grandes empresas.

En nuestra sociedad excesivamente litigiosa, reabrir las instalaciones y exponer a sus empleados al virus mientras una pandemia sigue en marcha, es básicamente a arriesgarse a una demanda colectiva.

La advertencia de Tyson Foods

A menos que el Presidente Trump o el Congreso den un paso adelante y tome medidas audaces, nada va a cambiar. Y si nada cambia, Tyson Foods, uno de los mayores procesadores de carne de EE.UU., no se anduvo con rodeos en una página entera que publicó en The New York Times, advirtiendo que “la cadena de suministro de alimentos se está quebrando”.

“Como resultado, habrá un suministro limitado de nuestros productos disponibles en las tiendas de comestibles, hasta que podamos reabrir nuestras instalaciones que actualmente están cerradas”, escribió John Tyson, Presidente de la Junta de Alimentos Tyson, en una carta publicada como anuncio.

Escasez hasta en McDonald’s

Y la escasez es a tal punto que McDonald’s ya ha implementado un sistema de “asignación controlada” para sus restaurantes, cambiando temporalmente la forma en que los restaurantes obtienen su suministro de carne de vacuno y cerdo, por la escasez de carne debido al cierre de los mataderos.

McDonald’s ha puesto artículos como hamburguesas, tocino y salchichas en asignación controlada. Esto significa que la cadena de suministro de la compañía enviará a los restaurantes envíos de carne basados en la demanda calculada en todo el sistema del país, en contraposición a la práctica habitual de la gerencia de ordenar la cantidad que se cree será necesaria.
Así que no se sorprenda si un día va al McDonald y no le quieran vender más de dos hamburguesas por persona…