¿Hay que despedazar Google y otros gigantes tecnológicos en nombre de la competencia?
El debate sobre si crear mercado es favorecer la competencia, o promocionar el surgimiento de gigantes de marca nacional (y con proyección internacional), siempre ha estado ahí desde que el capitalismo es capitalismo. Pero no es menos cierto que, en los últimos lustros, en los que el dominio de los intereses empresariales supera claramente cotas de décadas anteriores, ese debate ha sido suicida y prácticamente enterrado
Hoy por hoy, pocos se plantean si habría que despiezar Google, Apple, Facebook o cualquiera de los colosos empresariales tecnológicos que dominan el mundo. Y eso por no hablar de Huawei y de gigantes de países «dictapitalistas», donde ni siquiera tiene sentido planteárselo ni como remota posibilidad. Pero desde la responsabilidad que nos confiere el redactar estas líneas con la proyección más de futuro que les podamos dar, no podemos dejar de abordar un tema más de actualidad que nunca, por mucho que algunos lo hayan enterrado: ¿Deben los colosos empresariales mundiales entrar en la sala de despiece?
Los grandes casos anti-monopolio del pasado fueron épicos, donde hoy son mayormente pírricos
Las autoridades anti-monopolio estaban desde hace algunos lustros bastante tranquilas, especialmente en Estados Unidos. Aquellos casos emblemáticos del siglo XX, especialmente en su recta final por su carácter más tecnológico como el que se emprendió contra Microsoft, han dejado paso a una miríada de casos más bien menores y sin la relevancia y la trascendencia de aquellos. Pero no será por falta de motivos (para nada). De hecho, desde hace ya unos cuántos años venimos advirtiéndoles desde estas líneas de la peligrosa concentración de mercado que en muchos sectores y sub-sectores se está produciendo, especialmente en los relacionados directamente con la tecnología. Y esa concentración en realidad no tiene por qué ser mala per sé, lo malo realmente es lo que suele venir después…