¿Están perdiendo las ‘telecos’ la guerra de la marca?
Hace 20 años, las compañías de telecomunicaciones eran los reyes de la publicidad. Ya fuera el actor Bob Hoskins diciendo «es bueno hablar» o el eslogan «el futuro es brillante» de Orange, el sector generaba un entusiasmo entre los consumidores que justificaba los miles de millones de dólares necesarios para construir las redes móviles y de banda ancha. Esto favoreció un aumento del valor de la marca en la lucha por la supremacía en el sector. El mercado de las telecomunicaciones vivió un boom, y la batalla de las marcas culminó en el año 2000 cuando Vodafone firmó un acuerdo por entonces récord de 30 millones de libras para incluir su logotipo en las camisetas del Manchester United.
Sin embargo, hoy las marcas de telecomunicaciones tienen menos caché. O2, por ejemplo, llegó a encarnar el éxito del proceso de cambio de marca al pasar en siete años del cuarto al primer puesto en el mercado británico tras abandonar el nombre Cellnet, propiedad de BT. Sin embargo, la matriz española del grupo británico lanzó este mes O2 en su mercado nacional como una marca secundaria de bajo coste dirigida a superar a su agresivo rival MásMóvil…