Estados Unidos empieza a abrir, el mercado laboral sigue perdiendo empleos
Las cifras son mejores, pero aún bastante malas. En la semana que acabó el 30 de mayo 1.88 millones de trabajadores solicitaron el seguro de desempleo al perder su trabajo de acuerdo con la primera estimación hecha por el departamento de Trabajo.
Son casi un cuarto de millón menos que las cifras revisadas de la semana pasada pero el deterioro del mercado laboral causado por la crisis de salud no ha acabado. Los datos del departamento de Trabajo son algo peores de lo previsto por unos economistas animados el miércoles por los datos del gestor de nóminas ADP.
Heidi Shierholz, economista del Economic Policy Institute explicaba en un tuit que esta es “la undécima semana seguida en la que las solicitudes de desempleo son más del doble que en la peor semana de la Gran Recesión”.
Las solicitudes continuadas, es decir las que dan una mejor idea de cómo está el mercado porque incluye a quien sigue solicitando esta ayuda durante varias semanas, apuntan a que 21.48 millones de trabajadores seguían sin tener empleo en la semana que acabó el 23 de mayo. Son casi 650,000 más que la semana anterior.
Algo más de 42.6 millones de personas en EEUU han solicitado el seguro de desempleo desde que el coronavirus obligó al cierre de la actividad económica no esencial para atajar la expansión de la enfermedad. De momento, han sido 11 semanas seguidas de destrucción millonaria de empleo aunque nueve de ellas con cifras a la baja.
Por supuesto, las cifras de Trabajo no incluyen a quienes no pueden cobrar este seguro, es decir a inmigrantes y personas que trabajan en la economía sumergida, muchos de ellos latinos pero sobre todo, latinas.
El viernes se conocerán las cifras oficiales de desempleo en mayo. El pasado mes de abril se llegó a una tasa del 14.7% cuando en marzo este era del 4.4%. En el caso de los latinos el desempleo afecta al 18.9% pero en el caso de las mujeres el problema es peor aún ya que atañe al 20.2%.
Mark Hamrick, analista jefe de Bankrate, explicaba que el consenso de los economistas es que la tasa de desempleo se mantenga en porcentajes de dos cifras hasta el año que viene.
Desde Oxford Economics se da la bienvenida a la noticia de la caída de nuevas peticiones de beneficios de desempleo porque “es la evidencia de que lo peor de las pérdidas de trabajos lo hemos dejado atrás, pero la recuperación en el mercado laboral se espera que sea dolorosamente lento”.
Este grupo de análisis es uno de los muchos que esperan “una recuperación en dos fases”. Hay economistas que creen que se seguirá destruyendo empleo en la medida de que algunas empresas perciban que no pueden seguir adelante en las nuevas condiciones de mercado o arrastrando la crisis.
La vuelta al trabajo y la estabilización de las cifras con la recontratación de trabajadores despedidos temporalmente va a ser escalonada y por ello no se esperan cambios inmediatos.
En previsión de ese fuerte desempleo los demócratas en el Congreso están pidiendo en el Heroes Act, el aumento de la colecta actual que dura hasta el 31 de julio para que llegue hasta enero del año que viene. La Oficina Presupuestaria del Congreso (CBO) explicaba el jueves que esta ampliación del aumento del seguro de desempleo por razones del COVID-19, $600 por semana, tiene un lado bueno y uno malo.
Para empezar, estiman que cinco de cada seis trabajadores ganarán más que en su empleo lo que mejorará la demanda aunque reducirá la fuerza laboral. Eso, permitirá una mejora de los salarios de los empleados. Aunque se considera que es una medida cuyo efecto positivo es importante a lo largo del año se sugiere que el plus que se da a la colecta sea proporcional a las ganancias previas con un tope máximo para que los efectos en el crecimiento y en el empleo estén más equilibrados.
A principios de semana el CBO determinó que tomará unos 10 años recuperar lo perdido por esta crisis de salud.