España gana peso como exportador de futbolistas de élite
El movimiento en el mercado mundial de futbolistas crece año tras año. El flujo de jugadores expatriados termina 2019 con un aumento de 631 personas respecto al pasado ejercicio, una subida de más del 5%. A esperas de lo que suceda a partir del 1 de enero –cuando eche a rodar el mercado de fichajes de invierno en las principales ligas–, la compra y venta de futbolistas ha vivido en 2019 su mejor momento. Los datos los proporciona el Observatorio del Fútbol CIES, que ha actualizado el cómputo total del ejercicio. Esta tendencia, explica Rapha Poli, uno de los directores de la entidad, “refleja que la internacionalización de los deportistas es cada vez un proceso más consolidado y sólido”.
A nivel mundial, de hecho, atendiendo a las diferentes competiciones y confederaciones, la media de futbolistas expatriados es del 22%. Algunas, como la OFC, la UEFA o la Concacaf, superan de lejos ese porcentaje, con sus respectivos 28%, 26,3% y 24%. La definición de futbolista expatriado, prosigue Poli, es muy concreta: “Hace referencia a los jugadores que se desarrollaron profesionalmente fuera del país en el que se desenvuelven sus clubes empleadores. Por eso, los deportistas de origen extranjero que han crecido en el entorno de su club desde pequeños no son considerados como tales”.