El valor de los contenidos en el ámbito digital

Con motivo de la contingencia sanitaria, uno de los temas que han salido a relucir y que tal vez en nuestro país no tenemos tan identificado en el día a día, es el relacionado con lo valioso e importante que son los intangibles, es decir, aquellas cosas que si bien no se traducen en algo material por sí mismas, traen consigo costos, prestigio, fama, reputación, confianza, valores, e historia, entre otros.

Ejemplos de lo anterior, son por supuesto, las marcas y las patentes. Sin embargo, la tecnología, el flujo de la información, y el dinamismo de la economía, han propiciado que el desarrollo de plataformas y contenidos digitales adquiera un peso específico en la economía e incluso en la forma en que nos desarrollamos como sociedad, creando nuevas formas de consumo y de convivencia.

Por esa razón, desde el punto de vista legal, se han tenido que buscar alternativas para poder proteger de forma eficaz ese tipo de creaciones, pues es evidente, que por la propia naturaleza de este tipo de bienes -intangibles-, sino se obtiene una protección adecuada, pierden todo valor. Esto es así, pues la nota distintiva de este tipo de derechos, es la exclusividad con que sus titulares cuenta sobre la explotación de los mismos, es decir, la posibilidad de permitir o prohibir el uso por cualquier tercero.

Tal es el caso, de la protección de los contenidos generados en medios digitales, como pueden ser, aplicaciones, perfiles de redes sociales, publicaciones, música, artes visuales, y en general cualquier tipo de comunicación por ese tipo de medios, ya sea cultural, científica, entretenimiento, informativa, etc., pues ese tipo de contenidos, se generan y difunden bajo una dinámica muy distinta a la que tradicionalmente se hacía con la marcas y patentes hace no muchos años.

Se afirma lo anterior, pues hoy en día, los negocios surgen y se difunden de una forma mucho más rápida, masiva, e incluso “viral”, por lo que encontrar su debida protección desde el punto de vista legal, se ha vuelto un reto, pues no sólo se deben buscar mecanismos de protección para cada caso concreto, sino que también, se debe hacer al mismo ritmo en que se desarrollan esos temas, pues se insiste, que sin protección, pueden perder todo valor e incluso correr el riesgo de invadir derechos de terceros…