El costo para el turismo de reuniones crecerá hasta 35% por medidas anti-COVID
Gel antibacterial por todas partes, más espacios para menos asistentes, vuelos con menor capacidad y procesos más ágiles y con más pasos para adecuar las instalaciones harán que los costos del turismo de reuniones se eleven hasta 35% para implementar las medidas precautorias contra el COVID-19.
El último día de agosto comenzó en Los Cabos el primer evento multitudinario de la era COVID-19 en el país, al cual asistieron unas 250 personas, previa realización de pruebas de detección. De hecho, de la muestra, solo se detectaron dos casos que se confirmaron y por lo tanto se aislaron del encuentro. La sola aplicación de las pruebas representó prácticamente 15 de ese 35%, pero ofreció una seguridad mayor certeza para los asistentes, pues hasta este lunes no se han reportado contagios en el encuentro.
“¿Qué encarece? No nada más el momento del evento, que tienes que invertirle a entregar kits con gel y caretas, tienes que invertirle a más protocolos, a más procesos que cubran el evento en la seguridad,
encarece la prueba, el asesor de los testings, el manual, esto no lo teníamos en el flujo de costos”, explicó a Forbes México Rafael Hernández, presidente del World Meeting Forum, celebrado en Los Cabos a inicios de mes.
No obstante, detalló que este costo es variable en relación con la cantidad de pruebas que se realicen, si se necesita una segunda muestra confirmatoria e incluso de las pruebas de seguimiento que se realicen durante el evento.
Apenas un día después, Jalisco celebró el Intermoda, otro encuentro multitudinario en la Expo Guadalajara. Esta semana el turno le corresponde a Nuevo León, donde Monterrey albergará Expo CREA, un encuentro en un espacio cerrado para 50 personas más una exposición abierta a poco más de 200 asistentes.
Por ahora, los primeros experimentos han marchado satisfactoriamente, pues no se han registrado contagios ni brotes nuevos a raíz de la celebración de los encuentros.
Sin embargo, Expo CREA, a celebrarse el próximo 23 de septiembre, se realizará con un marco más relajado que su similar de Los Cabos, pues no realizará pruebas previas a los asistentes, mientras que tampoco colocará túneles sanitizantes, que en buena medida podrían elevar el costo del evento mientras que no es requisito por parte de las autoridades de Nuevo León.
“Es un evento de la industria y para la industria, no es abierto como anteriormente estábamos acostumbrados, es un evento para vernos todos los actores del turismo de reuniones y replantear ese compromiso por el destino de NL y de turismo de reuniones”, sostuvo dijo a Forbes Miguel Ángel Cantú, director general de la Corporación para el Desarrollo Turístico de Nuevo León.
En cuanto a la capacidad, la ocupación de la parte del congreso será para 60 personas presenciales y unas 150 en línea, mientras que la exposición se reducirá a 220 personas para una superficie que anteriormente se usaría para 660, lo que significará un alza en los costos operativos.
“Esa situación nos hace revisar si financieramente es rentable. Este proyecto en particular con los números que estamos haciendo la prueba vamos a reunirnos posteriormente los organizadores para evaluar”, señaló Julio Valdez, presidente de la Asociación Mexicana de Profesionales en Exposiciones, Ferias y Convenciones (Amprofec).
Para la entidad norteña, los visitantes por encuentros y negocios representan prácticamente dos tercios de los visitantes, además de que estos turistas dejan una derrama promedio que los viajeros recreativos, por ejemplo.
Si bien se tomarán medidas como la automatización de de accesos mediante el gafete, más islas para la toma de café y la mayor distancia para permitir el tránsito de asistentes, que podrán elevar costos, otras como la entrega de impresos y memorias USB con la información del evento desaparecerán para permitir que los contenidos se descarguen en línea.