Coworking, espacios para el despegue de los emprendedores
En un poco más de un año Karla García logró su sueño: que cada mañana sea disfrutada su marca de café tostado Wild Coffee. Ahora hasta se lo degusta en países como Rusia, Estados Unidos y China.
La emprendedora, de 29 años, es heredera de un gusto cafetero familiar y fue en 2016 cuando nació su idea de un café ecuatoriano, producido por Bruhwer Coffee.
En 2017 lanzó la marca y en octubre entró a los principales supermercados del país.
Durante ese proceso, García potenció Wild Coffee desde un coworking en Guayaquil, un espacio donde profesionales independientes o emprendedores desarrollan sus ideas.
García estuvo ahí más de un año hasta tener su oficina.
“Ahora tenemos una oficina propia y (el coworking) ayuda mucho a los emprendedores porque desarrollar y trabajar en casa no es lo mismo que estar en un espacio donde tienes apoyo material”, dice, y añade que le permitió abaratar costos como un alquiler y servicios básicos.
Al igual que Karla García existen otras personas que desarrollan sus negocios en coworking e inclusive quienes acuden a estos sitios sin una idea y con el tiempo le dan forma, según Claudia Cervantes, una de las representantes de Panal Coworking, y Guillermo Vizcaíno, fundador del Coworking Workshop, ubicados en Guayaquil.
Ellos indican que es un espacio de transición para el emprendedor y que suple varias necesidades como el ahorro.
“No todos tienen para un alquiler de oficina, comprar un escritorio”, afirma Vizcaíno, que al mes recibe entre 17 y 27 personas de un rango de edad de 25 a 35 años.
Por su parte, Cervantes dice que otro objetivo es crear una comunidad que inspire: “Lo más bonito es ver crecer a los coworkers, haber creado ese sentido de comunidad”.
Panal Coworking recibe al mes un promedio de 100 clientes. La mayoría son emprendedores y suelen permanecer hasta tres años.
Tanto Vizcaíno como Cervantes mencionan que de a poco estos espacios se irán incrementando y que la demanda irá ligada a las necesidades de quienes comienzan en el mundo comercial.
Precios
Panal Coworking tiene tres planes: inpanal $100, midesk (puesto fijo) $200 y mioffice (privado) $500, más IVA al mes. Mientras que Coworking Workshop ofrece paquetes como el mensual de $150 (incluye una persona) de 08:30 a 18:30; y medio tiempo a $135; para freelancer es de $100, entre otros.
Más lugares se abren en varias ciudades del país
Los coworking van ganando terreno en el país: han crecido en número en las grandes ciudades, y se han creado en otras. Reuniones, alianzas y un buen café no faltan en ninguno.
Daniela Larrea, especialista de Emprendimiento e Innovación de Conquito, informó que en 2017 se realizó un mapeo de esos espacios en la capital. En ese momento había 20 coworking en Quito y Los Valles. Ahora podría haber unos 30.
La mayoría está aglutinado en el norte y esto se debería a que requieren estar cerca de las cámaras productivas y del sector financiero.
En el coworking de Conquito actualmente tienen 30 coworkers inscritos. Ha tenido casos de éxito como Doctor Laptop (de arreglo de computadoras), que empezó ahí, pero ya salió a un espacio propio.
Carolina Brito, directora de Coworking de Impaqto (el primero de tipo privado), que impulsa proyectos que ayudan a resolver problemas sociales y ambientales, dice que este tipo de modelos de negocio están en auge: “Luego de conocer esta modalidad, difícilmente quieres regresar a un sitio formal”.
Asegura que la fuerza trabajadora de América Latina, que labora de manera remota o en teletrabajo hoy es del 30 % y en poco tiempo será superior al 50%. Impaqto ya tiene cuatro sedes con 800 miembros; una de ellas acaba de abrirse en Cuenca, considerada una ciudad “emergente”.
En ellas se trabaja en tres pilares: el espacio amigable, capacitación y programa de aceleración de empresas con impacto social y conexiones entre los coworkers. Como un ejemplo de éxito habla del emprendimiento Musican Proyect, por cada 5 alumnos que se inscriben, se beca a un niño o adolescente de escasos recursos.
A pocos metros de Impaqto está el coworking de Produbanco. Es un espacio gratuito para clientes y no clientes del banco, que además de contar con cómodas instalaciones y acceso a internet, pueden ejecutar sus trámites financieros en el kiosco de autoconsulta.
José Ricaurte, vicepresidente de banca minorista, explica que la idea de crear este espacio nació para llenar las expectativas de un cliente que no quiere solo ir al banco y hacer una transacción en una fila, comenta. Además, con una alianza con Café Galletti, abren el espacio para que se realicen negocios de manera más amena.
En tanto, hace un año se creó en Ibarra Lidera Coworking. Su gerenta, Carla Echeverría, dice que ella, al ser consultora, sentía la necesidad de espacios para realizar negocios y citas.
Lidera se ha vuelto atractivo para emprendedores de Quito y Guayaquil e incluso empresas establecidas que realizan negocios en esa ciudad. (I)