La crisis mundial, va a pie
Resulta interesante coger la cámara fotográfica y echar un par de fotos al actual panorama económico-social del entorno económico, para que nos muestre, al igual que una imagen poltergeist, aquellos efectos Pink Floyd (Dark side of the moon), que nos arroja la caída en picada de la demanda y los niveles de venta de la gran mayoría de las organizaciones del mundo.
Os invito a que echemos una mirada al sector automotriz.
Actual situación
EEUU, ha declarado un panorama casi apocalíptico. Los tres máximos ejecutivos de General Motors, Ford y Chrysler han pedido en el Senado de EEUU 25.000 millones de dólares para la supervivencia de la industria automotriz y evitar una \»catástrofe\» nacional.
El colapso de la industria sería \»catastrófico\», ha advertido el presidente de General Motors (GM), Richard Wagoner, durante una audiencia del Comité de la Banca del Senado. Wagoner advirtió de la posible pérdida de unos tres millones de empleos, pérdida de ingresos personales y una hemorragia para el Gobierno de 150.000 millones de dólares en concepto de impuestos.
El monto que el sector pide al Congreso palidece frente a esas pérdidas, dijo Wagoner, tras asegurar que no se trata sólo de salvar a Detroit, sino también a \»toda la economía\». Ese mismo escenario de Armagedón pintaron Alan Mulally, presidente de la empresa Ford, y Robert Nardelli, el de Chrysler.
Segun Nardelli, el colapso tendría \»repercusiones debilitadoras para la base industrial del país\». A cambio de la ayuda, los \»Tres grandes\» se comprometen con una \»plena transparencia financiera\» y que el Gobierno tenga una mayor participación en el sector.
Innovador pool comunicacional
Resulta interesante observar el pool de tácticas y herramientas comunicacionales que se encuentra implementado General Motors.
GM, ha actualizado su página GM Facts & Fiction (destinada a \»combatir la desinformación\» sobre la empresa) con varios artículos en los que señala la inevitable devastación de la economía estadounidense en caso de que se vea obligada a cerrar sus puertas.
(Este es un interesante caso para ser incluido en los próximos años como actividad práctica dirigida a estudiantes de económicas, empresariales y marketing.)
Reflexión ecosistémica de la crisis
Si a los impactos económicos y sociales, agregamos el vector ambiental, es posible analizar ecosistémicamente los impactos (positivos y negativos) de esta crisis.
Las emisiones de CO2 generadas en EEUU crecieron un 25% entre 1990 y 2003 debido al mayor número de vehículos que se lanzaron a las carreteras y a la fiebre por la compra de grandes todoterreno, según un estudio de la asociación Environmental Defense.
Las estadísticas mundiales nos muestran que la contaminación de los coches representa cerca del 20% de las emisiones de CO2 que se producen en EE UU.
Si llevamos estos datos a la actual tendencia de crecimiento (negativa) que sigue la producción automotriz en EEUU, e incorporamos la contracción de la demanda interna y externa de bienes y servicios, nos lleva a que sea lógico pensar que los niveles de las emisiones de CO2 por parte de EEUU han disminuido drásticamente (repercutiendo según su peso relativo, en los niveles de emisiones mundiales).
Es importante considerar que una tendencia de crecimiento negativa, no coarta la posibilidad que se abran nuevas oportunidades de mercado (y de negocio), sino que para muchos gobiernos y emprendedores extreme es un escenario lleno de oportunidades.
Mirando un poco hacia atrás (sólo un poco), la entrada en vigencia del Protocolo de Kyoto, auguraba la generación de grandes ganancias para aquellos países que desarrollan tecnologías ecológicas y para los que emiten menos gases con efecto invernadero de lo permitido.
De esta reflexión, y continuando con las indicaciones de Pink Floyd, podríamos declarar el surgimiento de un mercado mundial de dióxido de carbono (CO2) y quién sabe si estos GAPs contaminantes que se está ahorrando (o dejando de emitir) EEUU, sean los responsables de poner un sólido eslabón para la implementación de la nuevas políticas que regirán el nuevo sistema económico afro-americano versión 2.0.