La cultura y clima organizacional orientadas al aprendizaje en una empresa competitiva
En estos días, las organizaciones se enfrentan a situaciones en los que apremia la necesidad de estar fortalecida internamente, para tener la capacidad de: asumir riesgos, enfrentar retos y cambios, participar activamente en la dinámica económica, empresarial y del mercado para poder sobrevivir, además de tener la habilidad de promover un aprendizaje que robustezcan las estrategias implementadas y las vivencias generadas para obtener una mayor experiencia al respecto.
Podríamos establecer diversas acciones que contribuyen al fortalecimiento interno de los recursos y elementos que se ven involucrados en sus operaciones, en esta ocasión, el enfoque de esta aportación, será tratar dos aspectos que pueden considerarse elementales para una organización que tiene la intención de permanecer en este entorno actual y desea estar aprendiendo en sus procesos de trabajo cotidiano la cultura y el clima orientado al aprendizaje organizacional.
¿Por qué en el aprendizaje organizacional?
El aprendizaje ha cobrado un importante papel para enfocar acciones que faciliten el desarrollo de la innovación en procesos, productos y servicios, además de generar estrategias a favor del desarrollo y productividad empresarial, con los que se optimice la toma de decisiones y la capacidad de realizar cambios en la organización.
La actividad de aprender se caracteriza por ser cognitiva y procesal, en el que involucra a cada miembro de la empresa y se conjunta con un desarrollo colectivo entre los grupos y la misma organización.
El aprendizaje organizacional es un proceso que permite adquirir conocimientos y capacidades únicas, para resolver problemas y actuar a favor del crecimiento y progreso de una empresa. Este aprendizaje es enriquecido cuando los individuos y la misma organización interactúan mutuamente con la finalidad de desarrollar capacidades y talentos entre los miembros, además de tener una visión compartida basada en entendimientos personales como resultado de una permanente comunicación.
Al aprendizaje organizacional es un medio para que la empresa sea competitiva, porque dentro de ella, interrelacionan individuos que poseen experiencias, vivencias, habilidades y conocimientos concentrados a la realización de productos que generan valor, los cuales son difíciles de imitar por parte de los competidores.
Ante la idea de una ventaja competitiva sustentable, las organizaciones necesitan crear una cultura y clima que facilite el aprendizaje organizacional.
Una cultura orientada al aprendizaje
Cuando se aborda el término cultura en una organización, se comprende el conjunto de suposiciones, creencias, valores y normas que comprometen y aceptan los individuos de la empresa. Estos elementos culturales, son calificados por los empleados de un grupo de trabajo de tal manera que los adoptan y los hacen propios como parte de los hábitos en los que interactúan diariamente al realizar las actividades laborales, siempre y cuando hayan sido previamente difundidos, explicados y compartidos.
De esta manera establecer una cultura orientada al aprendizaje, implica primeramente, identificar el conjunto de: conocimientos, habilidades, técnicas, valores, creencias, y actitudes, que estén enfocados a darle sentido al trabajo y permitir el enfrentamiento a los cambios e incertidumbre del entorno, además de evitar los errores susceptibles a ocurrir en el desempeño de sus funciones.
Los individuos tendrán el sentido de desarrollar sus competencias dentro de un ambiente de confianza e intercambio de información colaborativa, sosteniendo creencias y normas de desempeño que fundamentan su razón de crecimiento.
Para lograr estos hábitos de aprendizaje y crecimiento, es necesario considerar a la comunicación como un medio para que los integrantes de la empresa difundan la ideología organizacional que los distingue, así como, transmitan conocimientos a través de símbolos y actitudes que enriquecen el desarrollo de competencias individuales y colectivas.
En una organización donde sus colaboradores tienen estructurado un sistema de significados compartidos, la orientación cultural hacia el aprendizaje, estará constituido por técnicas e instrumentos que: faciliten la sensibilización de la realidad que atraviesan en ese momento, y orienten las acciones para adaptarse a ella.
Al establecer mecanismos de aprendizaje organizacional, es necesario considerar elementos culturales de la empresa con el propósito de generar una apropiación de identidad por parte de sus miembros. Uno de estos elementos son los valores compartidos que ayudarán tanto a detectar, como corregir errores, y promover el aprendizaje colaborativo.
La filosofía que transmite el aprendizaje organizacional favorece el involucramiento del talento y competencias de todos los trabajadores de la empresa, ante este hecho, se requiere que el rol gerencial cambie a un rol de entrenador hasta el punto en que los colaboradores adquieran facultades para facilitar su participación en las actividades de trabajo.
Por lo tanto, para establecer una cultura orientada al aprendizaje, se deberán considerar las siguientes acciones a realizar:
a) Crear hábitos y costumbres que promovidos por el personal de mando, establezcan un ambiente de apoyo, armonía y colaboración.
b) Valorar la retroalimentación para establecer sugerencias que enriquezcan el aprendizaje e innovación.
c) Aprovechar la energía de las personas para el trabajo conjunto, resolución de problemas y planteamiento de mejoras.
d) Incentivar y orientar el potencial de los individuos hacia el trabajo cohesionado y hacia la generación de valor agregado en: productos, procesos y servicios.
El clima organizacional que favorezca el aprendizaje
La cultura de aprendizaje organizacional se caracteriza por distinguirse en el desarrollo de conocimientos compartirlos a fin de generar la evolución de la empresa en un clima organizacional donde sus miembros perciban un ambiente de pertenencia y motivación, con el cual, los procesos de intercambio de información se realicen.
Por otra parte, el clima organizacional se compone de variables físicas y psicosociales que son percibidas por cada uno de los miembros de una organización, las cuales influyen en la efectividad del desarrollo potencial de aprendizaje.
Para lograr la conversión de conocimientos personales en organizacionales, se requiere un ambiente en el que predomine: diálogo, discusión, observación e imitación. El intercambio de información, debe favorecer la capacidad de practicar y experimentar experiencias que ayuden a consolidar nuevos conocimientos y por ende, un aprendizaje organizacional.
El ambiente de una cultura de aprendizaje se manifiesta en la organización a través del sentido de colaboración y apoyo entre el personal, además de tener permanente retroalimentación como aspecto clave para el aprendizaje e innovación, así como el trabajo en equipo en la solución de problemas y generación de un valor agregado.
Así, un ambiente de aprendizaje se fundamenta del valor agregado que aporta la comunicación y colaboración en el intercambio de conocimientos de los miembros que integran una organización.
Y finalmente, para facilitar el proceso de aprendizaje debe existir un clima de confianza en donde todos los colaboradores, en un sentido de apertura, reconozcan sus éxitos, fracasos y contribuciones a su grupo, a fin de mostrar su vulnerabilidad y capacidad de desarrollo.
El siguiente cuadro ilustra y sintetiza esta aportación:
El cuadro anterior ilustra la necesidad de una empresa de desarrollar un ambiente que se caracterice por respaldar y promover: confianza, sentido de pertenencia, motivación, apoyo y colaboración, con lo que podrá facilitar el hábito entre sus empleados, de interactuar, comunicar y dialogar, sobre sus vivencias y experiencias de trabajo, además de intercambiar y compartir conocimientos con los que contribuirán a desarrollar competencias y talentos en su ámbito laboral.
La interconexión de ambas partes, será el personal de mando, quienes deben asumir el rol de coach para guiar y entrenar a los colaboradores, y ser también el canalizador de la energía de los talentos del personal a generar el valor agregado con que la empresa logrará sus propósitos.
Estos elementos contribuirán a que la empresa sea competitiva y el personal competente, para responder al entorno que se ven inmiscuidos.
Como puede observarse, desarrollar una cultura orientada al aprendizaje, requiere de mayor atención hacia el trabajo colaborativo con los miembros que integran equipos; aperturar muestras de confianza y diálogo, con las que se perciba un clima que contribuya al intercambio de conocimientos, ideas y experiencias que cognitivamente tiene cada empleado y, mediante procesos de comunicación, intercambia y enriquece con sus compañeros.
La clave está en que la organización, antes de mirar qué va hacer en su entorno, se concentre en diseñar estructuras que se traduzcan en medios identificados y aceptados por el personal, con los cuales podrán desarrollar sus capacidades individuales como grupales, con las que contribuirán al nivel competitivo que se le exige a una empresa para sobrevivir.
Excelente las acotaciones que hace el autor de este escrito sobre el clima organizacional, me he estado paseando por el contenido al respecto y siento gran motivación ha desarrollar este campo dentro de la organización en la que laboro; pertenezco al departamento de RRHH y creo firmemente que debemos complementar la vida del trabajo con un enriquesimiento en lo espiritual y emocional, complementos adicionales de un clima laboral adecuado.
Como el autor nos señala en su artículo, el aprendizaje dentro de una organización, tiene que ser procesal e involucrar a cada miembro de la organización, el cual desarrolle las capacidades y habilidades, a través del establecimiento de una metodología que permita identificar el conjunto de habilidades, conocimientos y actitudes, aunado a esto es primordial establecer una exente comunicación, la cual sea dual, apoyada en las técnicas e instrumentos que permitan establecer las bases de una cultura laboral orientada hacia el aprendizaje.