El perfil de nuestros usuarios
Una de las claves para que nuestras acciones de márketing online tengan éxito, es la adecuada segmentación y definición de nuestros usuarios o potenciales clientes. Parece una verdad de Perogrullo, pero, a veces no es tan sencillo como parece. Una definición inexacta del target nos llevará indefectiblemente a un gasto en acciones de publicidad online que nunca podrá ser recuperado, y en consecuencia, a una total ineficacia.
La pregunta de rigor, entonces, es cómo definir lo más acertadamente posible nuestro target. Los métodos son varios. En primer lugar, hasta los planes de hosting más económicos nos permiten segmentar nuestra audiencia, por lo general por zona geográfica. Este dato es interesante, porque, si, por ejemplo, tenemos pretensiones de penetrar en determinado mercado local y no lo estamos logrando, pues es muy posible que algo estemos haciendo mal, o que nuestros esfuerzos no sean suficientes.
Otra técnica interesante es analizar el perfil de las personas que nos contactan. Tal vez no sea la mayoría de nuestros clientes, pero interpolando estos datos, tendremos una idea aproximada de qué público es actualmente más receptivo a nuestros productos y servicios.
También es posible sacar valiosa información de las redes sociales. Tómese un tiempo para investigar a los usuarios que nos envían mensajes, o nos siguen. Visite algunos perfiles. Hágalo al azar, pero tomando un número suficiente que sea lo suficientemente representativo. Consulte sus perfiles, búsquelos en otra redes sociales, googlee sus direcciones de internet. A veces es sorprendente lo que esta sencilla acción puede revelar sobre una persona.
Aproveche su popularidad online para realizar encuestas o sondeos. Ofrezca alguna pequeña recompensa a quienes participen. De esta manera, podrá elaborar taxonomías más descriptivas. Evite poner en los formularios la inútil pregunta de Cómo nos conoció. Probablemente, si el campo es obligatorio, el usuario conteste la primera opción sin ni siquiera tener que hacer scroll down.
Ahora, una vez que logre reunir un cúmulo de información relevante, tómese algún tiempo para compararla con la población a la que quiere llegar. Por un lado, tendrá una descripción más o menos realista del perfil de sus usuarios tipo. Le garantizo que en más de una oportunidad se llevará una sorpresa, por más avezado que sea en su mercado. Por el otro lado, tiene el perfil ideal del público al que le gustaría llegar. Haga una comparación con la mente abierta a otras posibilidades. Recuerde que por más que uno planifique, es el público el que tiene la última palabra.
Usted puede pasar horas diseñando un producto pensando en un usuario ideal, pero en los hechos, son otros los usuarios que se lo compran. Es en este punto donde debe considerar cuán sabio es insistir en una dirección, cuando el mercado le dice lo contrario.