¡¡Somos víctimas del éxito, no de la felicidad!!
“El éxito es la suma de pequeños esfuerzos felices, repetidos día tras día”.
Dejemos de ser hipócritas. Y no siento empezar así de fuerte el día de hoy.
Dejemos de mentirnos y de mentir a los demás. Dejemos de hacer gilipolleces para aparentar algo que ni nosotros mismos nos creemos.
Dejemos de decir que hacemos todo por y para ser felices, cuando en realidad lo que estamos haciendo, es con el propósito de alcanzar el podrido éxito.
¡¡O lo que nos han dicho que es el éxito!!.
Me da igual que estemos en una recesión de caballo o con forma de hipopótamo. Desde que tenemos uso de la sin razón, siempre hemos sido victimas del éxito, cuando en realidad tendríamos que ser victimas de nuestra propia felicidad.
Decimos en redes sociales cosas bonitas a gente que ponemos a caldo por detras. Mentimos a gente, haciéndoles creer que nos están ayudando, cuando solamente están satisfaciendo nuestros deseos más primitivos. Decimos que hacemos caso a las recomendaciones de los demás, pero por detrás seguimos haciendo lo mismo de siempre. Hacemos lo mismo que hacen los demás en redes sociales, con la misma gente pero deseamos que nos consideren diferentes al resto. Creemos que por fin hemos alcanzado el titulo de “persona normal” cuando hemos encontrado pareja, olvidándonos de las personas que hasta ese momento han estado a nuestro lado.
Aplícalo al mundo 2.0, a tu día a día, a lo que tú quieras, pero nuestras acciones se basan en alcanzar el éxito, por activa o por pasiva. Eso que nos han dicho que es éxito los medios de comunicación, el gurú de turno o la pelicula americana en cuestión. Y ahora con la recesión que estamos pasando, aún más que más nuestras decisiones van a estar auspiciadas por la consecución del éxito ( del aparentar, de poner que nos han contratado en tantas conferencias y lo vea todo el mundo aunque sea mentira…), y no de la felicidad.
Todo está basado en el aparentar. Pero eso si, jamás decir que lo estamos pasando mal económicamente, que lloramos pensando que será de nosotros si somos los siguientes en la lista del ERTE de nuestra empresa o que no vemos la luz en el túnel ni en ningún lado.
¡¡Eso jamás, antes muertos que sencillos!!
Sé que estarás pensando: “Si David, está muy bien lo que dices, pero la felicidad no paga las facturas, ni el colegio de los niños..”
Estoy de acuerdo, pero esos cambios de sociedad con los que soñábamos en los principios del confinamiento, esas relaciones entre personas y no entre egos con los que nos ilusionábamos, han quedado en un simple: “Lo que importa es salvar mi puto culo y los demás que hagan lo que quieran. Y si tengo que mentir a los demás, lo haré….Además yo no me acuerdo que dijera esas cosas. Sería victima del aburrimiento”. (Palabras textuales de una persona que así lo reclamaba en el mes de Abril).
Ya nos tomaremos una copa de alcohol para olvidar la vida que llevamos, para recordar los amigos que pisoteamos, comprar seguidores para mis redes sociales, las incoherencias que dijimos para que se apuntaran a nuestro curso “cool”. Pero ante todo tenemos que conseguir el éxito, mantener nuestro estatus, que es cuando nos consideraremos felices.
Y si para alcanzar el éxito, tenemos que ver simplemente un video en Youtube o un seminario gratis, ¿Dónde hay que firmar?
Pero mientras tanto, sufrimiento, miedo, depresión, antidepresivos, malas contestaciones… Todo ello es la consecuencia que te has dado cuenta que eres como los demás, no como tú sientes y sabes que eres.
NO ERES FELIZ. Pero lo importante nos han dicho que hay que seguir lo que dicen los demás, las expectativas de nuestros familiares o lo que decía la revista de moda. Porqué así seremos un “buen ciudadano”, considerado como una buena persona.
Y siempre haciendo memoria de la historia que nos queremos creer, para excusarnos por nuestras acciones, “como lo ha dicho tal…como lo ha conseguido así tal…. si lo dice tal.. no le irá mal..”
Llega el domingo por la tarde y no paran de oírse, ” Uf que pocas ganas llegué el lunes…Uff no me apetece quedar con tal pero tengo que ir…”
Si fuéramos felices, dejariamos a un lado el yugo del éxito, y no nos importaría el día que sea, la persona con la que tendriamos que reunirnos o lo que sea, seriamos coherentes y felices con nosotros mismso.
Pero no, es mejor vivir bajo la guillotina del “exito”, que morir de felicidad.
El mayor éxito que el ser humano es considerarse feliz. Lo demás es secundario.
Pero tú decides.