Las tres dimensiones de la efectividad personal
Casi todas las personas asocian efectividad personal con «hacer». Muchas saben también que «pensar» es otra de sus dimensiones. Lo que casi nadie sabe es que hay una tercera: «sentir». En este post voy a hablarte de las tres dimensiones de la efectividad personal.
La efectividad personal es una competencia transversal clave para lograr resultados en la era del conocimiento.
Aunque generalmente se cree que va de «hacer muchas cosas», la realidad es bien distinta, ya que tiene que ver —sobre todo— con redefinir la forma en la que te relacionas con tu mundo, con tu día a día.
Evidentemente, la forma de expresar tu efectividad personal es haciendo cosas. Ahora bien, esas cosas que haces son resultado de un proceso previo en el que es imprescindible pensar e inevitable sentir.
Si te fijas, he utilizado «imprescindible» al hablar de pensar. Lo he hecho porque pensar —si quieres hacerlo de manera efectiva— no es innato, es decir, tienes que aprender a pensar.
Por el contrario, he utilizado «inevitable» al hablar de sentir. Porque aquí ocurre justo lo contrario. Tus emociones son parte de ti. No tienes opción de eliminarlas ni de controlarlas. Si acaso, con mucho trabajo por tu parte, podrás aprender a entenderlas, aceptarlas y modularlas.
Hacia la efectividad 3D
En la parte proactiva de mi metodología OPTIMA3®, planteo la necesidad de trabajar en estas tres dimensiones (de ahí el «3»), integrándolas en un equilibrio o tensión, si realmente quieres llevar tu efectividad personal a otro nivel.
Esta situación de equilibrio o tensión no es estática, sino dinámica. Lo queramos o no, las tres dimensiones varían y se influyen mutuamente de manera constante.
En otras palabras, lo que haces, lo que piensas y lo que sientes está estrechamente interrelacionado, ya que son tres aspectos inseparables e interdependientes de tu persona…