La fórmula mágica de la formación de directivos
Los mejores programas del mundo para la formación de directivos ya no se encuentran en los más prestigiosos centros americanos y británicos, sino en una escuela de negocio española.Aunque resulte extraño para algunos, así es. Por tercer año consecutivo, el ránking de Executive Education, que publica «Financial Times», ha vuelto a colocar al IESE Business School como el mejor centro de todo el mundo para formarse en la alta dirección. Para tal reconocimiento, el rotativo británico ha valorado hasta 15 categorías. En once de ellas el IESE se encuentra entre los cinco primeros puestos destacando, entre otras, en la internacionalización de sus clientes; en la calidad del claustro y en la extensa red de alianzas que ha desarrollado con otras escuelas, por ejemplo con Havard Whaton o CEIBS.
En este ranking compiten más de 150 de los mejores programas de formación de directivos del mundo. Y es a través del grado de satisfacción que declaran tener los participantes en esos programas y los clientes que los solicitan como se obtiene la puntuación. También se valoran cuestiones como el crecimiento de los ingresos de las escuelas y su alcance internacional.
El IESE ha conformado una de las comunidades empresariales más importantes del mundo con 45.000 antiguos alumnos.A partir de esas premisas, «Financial Times» ha reconocido la internacionalización como una cualidad impresa en el ADN del IESE. De hecho, los programas para directivos se imparten en cinco campus: Barcelona, Madrid, Nueva York, Múnich y Sao Paulo. Pero «la internacionalización hay que entenderla no solo por la diversidad del origen de los participantes en nuestros programas, sino también por la diversidad de nuestro claustro que se han formado en escuelas de negocio muy diferentes y han estado expuestos a realidades muy distintas. Eso genera mucha riqueza. Al igual que las alianzas con otras escuelas», explica Mireia Rius, vocal del Consejo de Dirección del IESE y responsable de los Programas de Executive Education.
Poco más de cien profesores conforman este claustro que se distingue, y enriquece, por dar clases en todos los niveles de la formación que ofrece esta escuela de negocios. «Es algo que forma parte del proceso de promoción de nuestros docentes. Desde que entran saben que darán clase bien a un joven que está cursando un MBA, o a un CEO o a un miembro de un consejo de administración de una gran compañía que realiza un programa de liderazgo», indica Rius.
Comienza la jornada @iese_IWil «La gestión del tiempo, una competencia de liderazgo» en campus Madrid @iesebs pic.twitter.com/N98BxgyQ3jââ¬â Nuria Chinchilla (@NuriaChinchilla)
22 de mayo de 2017El diario británico también destaca como «una fortaleza» el «rigor académico» de esta formación, que se constata en los dos tipos de programas analizados: los programas abiertos, dirigidos a directivos de todo el mundo donde la escuela de negocios es segunda, y los programas diseñados a medida para empresas (conocidos como «custom»), donde el IESE repite como número uno por tercera vez.
Pero el IESE es mucho más que cualquier clasificación, explica Rius. «Los programas abiertos ââ¬âcuentaââ¬â tratan de formar y dar una serie de herramientas de management para ejercitarse en el arte de la gestión y liderazgo, pero nuestra clave es que ponemos el foco en la persona. Es lo que nos preocupa. Pensamos en lo que necesita, en cómo nos adaptamos a los retos a los que se enfrenta en la compañías, sentimos curiosidad por responder a sus inquietudes».
Interacción con el alumno
Es la máxima que inspira también los programas «custom», encargados por las empresas para la formación de sus directivos en un asunto concreto. Según cuenta Sandra Sieber, profesora de Tecnologías de la Información, lo que más piden las compañías es formación para saber cómo afrontar la transformación digital y sobre liderazgo. Y en este tipo de formación se pone énfasis en «el trato personalizado con los clientes para entender sus necesidades. Aquí los profesores comemos con los alumnos, hablamos en los pasillos…», comenta. Incluso tras la formación el contacto siempre permanece. No en vano, el IESE ha conformado una de las comunidades empresariales más importantes del mundo con 45.000 antiguos alumnos. Por sus aulas pasan más de 4.000 empresarios y directivos cada año.
El IESE es conocido por el método del caso que ayuda a los alumnos a desarrollar capacidades directivas tratando problemas empresariales reales. Una metodología que ahora se adapta al entorno online para ir más allá de la clase presencial. «Estamos desarrollando metodologías complementarias para conseguir el mismo grado de interacción con los alumnos», dice Sieber.
«Su mayor activo es la calidad del profesorado»
«Te cambia la manera de pensar. Yo ya puedo, de forma innata, identificar el valor de una empresa y cómo generarlo». Es el mayor aprendizaje que Sira Pérez Coba, fundadora y CEO de Shazura (un buscador de imágenes que puede competir con Google Imágenes), ha interiorizado de un programa de desarrollo directivo que realizó en IESE. Ahora con un pie en San Francisco y otro en Madrid, hace balance de su paso por la escuela de negocios. «Su mayor activo es la calidad de sus profesores y los valores humanos que trasladan aplicados a la empresa. Saben comunicar y hacer conscientes a cada uno de su valor. De hecho, tengo cosas de profesores que han dicho en clase como un axioma de vida. El trato es cercano, se acuerdan de tí y siguen estando ahí. Tienen una gran disponibilidad para los alumnos y se nota su involucración. Los programas son excelentes tanto desde el punto de vista profesional como personal».