Inversiones chinas en España con final agridulce
Aunque la desaceleración de China es uno de los principales focos de incertidumbre que hoy se ciernen sobre la economía mundial, el flujo de inversión del gigante asiático sigue siendo uno de los más potentes de todo el planeta. Y también de los más codiciados por los distintos gobiernos. La llegada de grandes inversores chinos a España es un fenómeno reciente, pero que ha ido creciendo a gran velocidad. Sin embargo, las relaciones entre empresarios españoles y chinos no siempre acaban bien. Esta misma semana ha sido la hotelera NH, cuyo socio mayoritario era la china HNA (29,5%), la que ha visto cómo accionistas minoritarios han expulsado del consejo a sus representantes al considerar que estaba en conflicto de intereses tras la intención de comprar a la cadena hotelera europea Carlson Rezidor.
El conglomerado turístico chino, propietario de hoteles en todo el mundo y de hasta una línea aérea, emitió una nota en la que lamentaba lo ocurrido y prometía ser un accionista activo, lo que se confirmó solo un día después, cuando advirtió de las graves consecuencias para NH de la toma de control por parte de los fondos Oceanwood (11,96%) y Hesperia (9,1%).
El capital en juego no es menor. La creciente internacionalización del capital chino ha hecho que desde 2013 este país se haya convertido en el tercer mayor inversor del mundo por flujo de capitales, al superar los 100.000 millones de dólares. Los expertos explican esta salida de inversión por la transformación del modelo económico del país, desde ser prácticamente la fábrica del mundo a centrarse ahora en sectores con mayor valor añadido y más margen a la iniciativa privada. Y, de hecho, algunos expertos explican que la disminución del crecimiento de la economía china es precisamente un efecto de este cambio de modelo.
Pero lo cierto es que los problemas de encaje cultural son especialmente fuertes en estas aventuras transfronterizas. «Cualquier alianza entre empresas tiene como obstáculo la integración de las dos culturas organizativas. En el caso de las empresas chinas y españolas la complicación adicional viene de las diferencias culturales. Estas afectan tanto en la forma de hacer las cosas como a los objetivos que se plantean, así como a los tiempos para conseguir estos objetivos», explica Ivana Casaburi, profesora de márketing y directora del Esade China Europe Club. «Estas diferencias culturales no afectan solo al ambiente de trabajo, sino que también influyen en las relaciones que las empresas chinas establecen con sus proveedores, competidores y clientes. A esto hay que añadir el desconocimiento del contexto legal y de la regulación», puntualiza Casaburi.
Unos 75 grupos presentes en España
En la actualidad, hay unas 75 grandes empresas chinas operando en España. En los últimos dos años se ha producido un fuerte desembarco de nuevos grupos inversores y empresas como China Construction Bank, Dalian Wanda Group, Fosun, Bright Food y la propia HNA, que han venido a aumentar la lista de empresas de una presencia más arraigada en España, como Huawei, ZTE, Lenovo, Haier, Cosco, ICBC, Air China y Keewaymotor. Los inversores chinos llegan a España buscando el conocimiento tecnológico en el sector de la energía renovable, especialmente la eólica. También el reconocimiento de marca de los productos agroalimentarios, la experiencia en el sector inmobiliario y hotelero y la ubicación privilegiada en el Mediterráneo, que goza además de unas instalaciones portuarias de calidad. «No hay que olvidar ââ¬ârecuerda Casaburiââ¬â el interés creciente de las empresas chinas por el deporte y especialmente por los equipos de futbol».
En lo que llevamos de año se han cerrado importantes operaciones en el sector agroalimentario, con la compra de algunas pequeñas bodegas, conserveras y, especialmente, de la empresa Miquel Alimentació, el mayor grupo español de distribución mayorista de productos de alimentación, que fue adquirida por Bright Food.
El mundo del fútbol ha sido el otro foco de interés del gigante asiático. A la inversión en el Atlético de Madrid y el Español se suma el Granada y la oferta de 30 millones que realizó un magnate chino por el Málaga y algunos otros clubes más pequeños. Lo cierto es que este fenómeno no es exclusivo de España, sino que se extiende por toda Europa.Recientemente se ha cerrado la compra del Inter de Milán por parte de la china Suning. Por otro lado, las empresas ya establecidas hace ya unos años en nuestro país siguen creciendo, como Lenovo y Air China. Otras empresas de este sector, como AVIC, dedicada a la producción de aviones, se estableció hace solo dos meses en España a través de la compra de una empresa local.
Fuera del ránking
Pese a la buena evolución, lo cierto es que España no se encuentra hasta el momento entre los primeros destinos de inversión de China. Según cálculos de la consultora Deloitte, los cinco países que reciben mayor inversión del gigante asiático son Reino Unido, Alemania y Francia, seguidos de Portugal e Italia. El hecho de que España haya recibido menos inversión que otros países europeos se debe «a sus diferentes estructuras empresariales e industriales», apunta un informe de la consultora que analiza las relaciones comerciales entre ambos países.
«El Gobierno español debe seguir haciendo reformas estructurales para aumentar su tasa de crecimiento económico y mejorar su atractivo como destino para el capital chino, también debe reducir las barreras reguladoras y culturales para que sea más fácil que los empresarios chinos inviertan en España», aseguran desde Deloitte.
Ahora bien, las previsiones para los próximos años son optimistas pues en los últimos meses se ha producido un aumento de las operaciones firmadas por empresas chinas en España…