Brasil es el único país en la región incluído en el Banco Asiático
La finalidad del organismo es el financiamiento para el desarrollo
Cincuenta naciones, entre ellas Brasil, el único latinoamericano, firmaron en Pekín un acuerdo sobre la fundación y los estatutos del nuevo banco asiático de desarrollo, lanzado por iniciativa de China, el cual tendrá un peso importante como institución multilateral para el financiamiento en la región Asia-Pacífico.El Banco Asiático de Inversiones en las Infraestructuras (Baii), dotado con un capital de 100.000 millones de dólares, iniciará sus operaciones antes de final de año. «Nuestra iniciativa está concebida para responder a las necesidades de desarrollo de las infraestructuras en Asia (…) y también para profundizar las cooperaciones regionales», afirmó el presidente chino Xi Jinping, que calificó la ceremonia de «etapa de histórica importancia».Tras anunciar el proyecto a finales de 2014, China logró sumar al mismo a varios países occidentales, entre ellos Francia, Alemania, Reino Unido, y España pero no a Estados Unidos ni Japón, primera y tercera economía del mundo respectivamente.Washington había manifestado sus reservas sobre el Baii, preocupado por los estándares de gobernanza, su falta de transparencia y su competencia con las organizaciones existentes, como el Banco Mundial. Estados Unidos también teme que Pekín utilice esta institución para sus propios fines geopolíticos y económicos.Según especialistas, el «Plan Marshall chino» quiere ser un contrapeso de las instituciones nacidas en Bretton Woods, como el Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), en las que Estados Unidos ejerce una enorme influencia.El Wall Street Journal afirmó recientemente que Pekín mantendría el control de la institución y podría utilizar un «derecho de veto» de facto en las principales decisiones, aunque las autoridades chinas lo niegan. El funcionamiento del Baii, cuya sede estará en Pekín, otorga a China un papel predominante por el simple hecho de que es, y de lejos, el contribuyente más importante, con un 30% del total.El gigante asiático aportará 29.780 millones de dólares, por delante de India, que invertirá 8.367 millones de dólares y Rusia, con 6.536 millones de dólares. Esto permitirá a Pekín obtener el 26% de los derechos de voto, según el gobierno chino. Para tomar algunas decisiones estructurales, se necesita la mayoría calificada de tres cuartos de votos, con lo que China dispondrá de un poder de bloqueo.Fuentes cercanas a la nueva institución trataron de minimizar los temores suscitados por esta «minoría de bloqueo», arguyendo que los países no asiáticos podrían votar también en bloque, bloquear o influir en las decisiones del banco.»China no busca tener poder de veto en el banco», dijo el viceministro de Hacienda chino Shi Yaobin en una entrevista a medios, en la que añadió que la participación del país y su porcentaje del voto en la etapa inicial son «resultados naturales» de las reglas actuales y pueden ser diluidos al irse uniendo más miembros.India es el segundo mayor contribuyente de la institución con 8,4%, seguido de Rusia 6,5%. Entre los países no asiáticos miembros fundadores, Alemania es el primer contribuyente con 4,5%, seguido de Francia con 3,4% y Brasil con 3,2%.Los 50 países firmantes se dividen en 30 asiáticos y 20 no asiáticos. Entre los asiáticos se encuentran: Bangladesh, Brunei, Camboya, China, Egipto, India, Indonesia, Irán, Israel, Jordania, Laos, Mongolia, Myanmar, Nepal, Omán, Pakistán, Catar, Corea del Sur, Arabia Saudita, Singapur, Sri Lanka, Tajikistán, Uzbekistán, Vietnam, Emiratos Árabes Unidos, Azerbaiyán, Kazajistán, Turquía, Maldivas y Kirguistán.Entre los no asiáticos: Australia, Austria, Brasil, Finlandia, Francia, Georgia, Alemania, Islandia, Italia, Luxemburgo, Malta, Holanda, Nueva Zelanda, Noruega, Portugal, Rusia, España, Suecia, Suiza y Reino Unido.Los 30 países asiáticos aportan el 75 % del capital y se quedan con tres cuartas partes de las participaciones, mientras que los 20 no asiáticos invertirán el 25 % restante con una cuarta parte de las acciones. En los próximos meses entrarán como accionistas: Dinamarca, Polonia, Suráfrica, Tailandia, Kuwait, Filipinas y Malasia.El acuerdo, que contiene 60 artículos, esboza la participación financiera de cada miembro, la elaboración de políticas, los sistemas de negocios y operativo y la estructura de gobierno. Por su parte, el ministro japonés, Yoshihide Suga, en declaraciones a medios, señaló que «Japón indagará en la posibilidad de financiaciones conjuntas con el Baii para promover la inversión en proyectos de infraestructura de alta calidad», dijo.Suga volvió a insistir en que Tokio observará muy de cerca los cauces de gestión del Baii, sobre cuya gobernanza ha manifestado públicamente dudas desde que el presidente chino, Xi Jingping, anunciara su creación en octubre del año pasado.Tokio «seguirá dialogando con Pekín y con los países asiáticos» que pueden ser los potenciales receptores de estas inversiones, recalcó el ministro nipón…