La administración por valores: una alternativa para tener una empresa afortunada
Los paradigmas de la administración se adaptan y cambian conforme el entorno organizacional va revolucionando su percepción de las expectativas a satisfacer con mayor calidad.
Administrativamente se ha formado un nuevo modelo gerencial que tiene la intensión de diseñar, desarrollar y alcanzar beneficios integrales tanto para: la empresa, sus empleados, sus accionistas; así como para sus clientes, proveedores, distribuidores y sociedad con la que se encuentra en constante interacción. Este nuevo paradigma se basa en tener como máxima premisa el establecimiento y seguimiento de valores.
Conceptos generales
Antes de detallar qué es la administración por valores, me gustaría comentar tres términos elementales que se relacionan en este modelo gerencial:
a) Misión, es un decreto establecido por la organización en el que se describe la razón de ser de la misma; es decir, sus compromisos que le dan sentido a su existencia en el entorno donde se desarrolla.
b) Visión, representa el sueño estratégico que proyecta la empresa; es decir, su estatus ideal al que quiere llegar en un plazo determinado.
c) Valor, es aquella característica que las personas reconocen y consideran importante para encaminar su comportamiento al cumplimiento de la misma.
Los valores
Cada uno de los individuos tiene criterios para evaluar qué es importante y prioritario cumplir en su vida, asumiendo actitudes que lo conducirán a un comportamiento con el que podrá alcanzar sus propósitos y sentirse satisfecho.
Así como cada persona tiene valores y los hace universales, las organizaciones establecen criterios con los cuales proyectarán sentido a la forma de trabajar e identificarse con su entorno. También los hace universal por ser transmitidos a todos quienes la integran y se relacionan con ella.
Los valores organizacionales son clasificados con base a su finalidad e involucramiento de cada persona.
Entonces, podemos encontrar aquellos que les denominan valores finales porque proyectan los compromisos estratégicos a los que quiere llegar la empresa a través de sus postulados filosóficos como: la misión, visión, objetivos.
Por otra parte se encuentran aquellas especificaciones con las cuales los colaboradores de una empresa se comprometen a orientar su conducta y sus esfuerzos para capitalizar sus estrategias organizacionales, a estas se les ha denominado valores compartidos, como: puntualidad, tenacidad, perseverancia, inteligencia, honestidad, trabajo en equipo, etc.
Los valores de una organización son los aspectos más importantes a considerar para regular el comportamiento de los empleados orientados a cumplir los compromisos de la empresa.
A continuación presentó algunos aspectos generales que deben ser tomados en cuenta en la observación de los valores en una organización:
a)Los niveles directivos tienen que conocer, comprender, aceptar, ejecutar, promocionar y vigilar el cumplimiento de todos los valores institucionales.
b)Todos los colaboradores de la empresa deben estar familiarizados e identificados con todos los valores institucionales.
c) Deben ser considerados como estándares de comportamiento dentro de las actividades diarias de cada puesto de trabajo.
d) Reconocer que los valores son motivadores que comprometen los esfuerzos de los empleados a cumplir con una imagen y ambiente laboral característico de la organización.
e) Lo ideal, (y así lo deja ver la administración por valores), es que se definan entre los directivos y los subordinados, los principios característicos que regirán la interacción diaria de sus servicios.
f) Para tener éxito y realmente generar una buena imagen de los servicios de la empresa, deben ser publicados de tal forma que no solamente sus empleados lo conozcan sino todas aquellas personas que tengan contacto directo con algún asunto de la empresa (suministros, ventas, compras, visitas, etc.)
La administración por valores
Conociendo brevemente el significado de un valor organizacional, además de la trascendencia de su utilidad, es conveniente expresar las nociones de la administración por valores que sus iniciadores (Blanchard y O`Connor) aportaron a la ciencia administrativa.
Básicamente este enfoque se orienta a definir los compromisos conductuales compartidos (valores) que empresa y colaborador establecen para encaminar sus esfuerzos y lograr resultados efectivos. Dichos compromisos se rigen bajo un conjunto de principios normativos que regularán un comportamiento orientado a satisfacer el lado humano de todos los personajes que interactúan alrededor de la empresa: accionistas o dueños, empleados, clientes, proveedores, distribuidores y la comunidad en general. De ahí que la filosofía de este enfoque administrativo establece que los valores serán los jefes de toda la empresa.
El génesis de esta administración por valores se encuentra desde el momento en que se establece la misión y visión de la organización; de esta forma, las actitudes tomadas para su cumplimiento, estarán orientadas a definir los compromisos y conductas que darán personalidad a los esfuerzos para alcanzar los ideales estratégicos de la empresa.
La filosofía de la administración por valores identifica tres actos de la vida:
a) La iniciativa de su aplicación surge con el dueño de la empresa o bien el alto mando de la misma, quien debe reflexionar y determinar lo que quiere hacer para trascender y alcanzar los ideales definiendo así sus valores, a este primer acto se le denomina realizar.
b) Se procede hacer un análisis respecto al cómo se relaciona con todos los demás, el cómo está aplicando sus valores definidos y de qué manera comparte (en el plano personal y empresarial) los diversos ideales, a este segundo acto se le denomina conectar.
c) Luego de sensibilizar la realidad de sus propósitos, es necesario que reorganice o modifique sus enfoques para resolver lo que realmente es importante y significante para él y quienes lo rodean, a este tercer acto se le denomina integrar.
De acuerdo a estos actos, la aplicación de este enfoque administrativo seguirá un procedimiento:
1.- Aclarar la misión y los valores con base a la misión que ha establecido la organización. En esta fase de aclaración, funge un papel importante la interrelación de los empleados para expresar libremente sus ideas que facilitarán el listado de los valores que se determinen para su cumplimiento; y claro, la autorización y promoción de la misión y valores por parte de la máxima dirección. Esta fase tiene el objetivo principal de integrar los aspectos estratégicos que desea la empresa, con la percepción y compromiso de los empleados para lograr eficientemente su cumplimiento.
2.- Comunicar la misión y los valores para que todos los integrantes de la organización estén enterados de cuál será la razón de ser de sus esfuerzos en los próximos años y qué tipo de actitudes tomarán para su cumplimiento. En esta fase es fundamental considerar la aplicación de una comunicación efectiva, en un buen ambiente organizacional, además de sistemas motivacionales significativos para que todos empaticen y pongan diariamente en práctica los valores definidos. Se deduce que, la gran tarea del jefe de un grupo de trabajo estará centrado en idear cómo aplicará las habilidades directivas para vender la idea de los grandes beneficios que se obtendrán al cumplir con estas premisas estratégicas.
3.- Alinear las prácticas diarias con la misión y valores establecidos surgirá desde el momento en que se ponga en práctica y se comience a vigilar la participación de todos los miembros de la organización en su cumplimiento. En esta fase es recomendable utilizar criterios de evaluación y retroalimentación para que todos los que se involucren en la empresa (empleados, clientes, proveedores, distribuidores) externen sus opiniones y sean verificadas con la evaluación de resultados obtenidos. Entre las herramientas de monitoreo que pueden ser utilizadas en esta fase están: Entrevistas de satisfacción de clientes, evaluaciones administrativas, técnicas de retroalimentación, entrevistas directas, encuestas, entre otras. Gracias a esta información se podrán detectar las fallas que serán necesarias remediar (a través de una realinación o ajuste); de tal manera que se replantee el comportamiento requerido para cumplir con los compromisos y valores definidos por la empresa, alcanzando así, la mejora continua. De esta manera, en esta fase se tiene que supervisar las prácticas a nivel individual, grupal y organizacional de todos los miembros de la empresa.
La administración por valores ayuda a conducir los comportamientos adecuados para alcanzar los compromisos estratégicos.
Si es empleada correctamente, traerá como consecuencia resultados efectivos tales como:
a) La participación de todos los miembros que componen la organización.
b) Un mejor trabajo en equipo, por estar integrados y orientados al cumplimiento de compromisos.
c) Poseer un mayor autocontrol de la escala de valores tanto del individuo como la empresa.
d) Mayor motivación para que los empleados se orienten a resultados efectivos.
e) Contar con colaboradores que han aprendido y se han identificado con la imagen y filosofía de la empresa.
Tener una organización que considere este enfoque administrativo como una herramienta que contribuya al éxito con su entorno se le podrá denominar empresa afortunada, porque de manera integral cumplirá con las expectativas de todos los personajes que se ven involucrados en sus actividades, así entonces tendría:
1.- A los clientes, que podrán recibir en sus momentos de verdad una buena servucción y satisfacción de sus necesidades.
2.- A los empleados, que se sentirán involucrados y comprometidos con su fuente de trabajo, por tener un ambiente laboral que inspira confianza, seguridad y buena proyección en el logro de sus expectativas.
3.- A los propietarios, que lograrán que su negocio realmente sea un negocio; porque buscará trascender en el mercado en el que se encuentra participando, bajo una situación rentable, solvente y líquida.
4.- A los grupos que directamente se relacionan con la empresa, porque tendrán una interrelación en sus actividades, que bajo una responsabilidad compartida, podrán cumplir con sus propósitos particulares.
Resta pues, reflexionar si el dueño de la empresa o bien el alto mando de la misma, desea dirigir su organización hacia la satisfacción de sus ideales; si es así, entonces la administración por valores será una buena alternativa para alcanzar resultados sinérgicos con todos los que le rodean y lograr así una empresa afortunada.
una pagina realmente interesante
gracias muy
bn
se sirvio
de gran ayuda
excelente el despliege de informacion, mucho exito y felicidades nos dan oportundad de ilustrarnos en temas tan variados
En la Actualidad los valores se han estado perdiendo dia a dia, es bueno que las empresas tengan el habito de aplicar valores y sobre todo transmitirlo a sus colaboradores, no solo con el fin de que los apliquen dentro de la organizacion si no tambien en su entorno, la mayoria de las empresas no dan la importancia a este punto pero es parte primordial para generar un buen ambiente de trabajo y sobre todo encaminar a las personas al logro de objetivos tanto de la empresa como personales originando un ambiente de armonia en el trabajo y respeto.
La APV, es una buena estrategia para desarrollar un vinculo entre empresa trabajador, mejorando el ambiente laboral, dando mejores resultados con la practica de los valores.
Soy un convencido que alineando los objetivos de la organización con los de los individuos que interactúan dentro de ella, se pueden lograr cosas maravillosas. La Administración por Valores se convierte en el pilar fundamental para establecer el desarrollo de un mundo organizacional diferente.
Rodolfo Barrero
MBA.