Venezuela solo se sostiene del precio del crudo y no puede controlar ese factor

El economista Maxim Ross, editor de «Informes Coyuntura» advierte sobre los riesgos que corre el país y expone su visión.

-¿Cómo evalúa la situación que vive el país?

Me preocupa la extrema dependencia de Venezuela del crudo y que no se resuelvan los grandes problemas sociales. Es inadmisible que con la riqueza petrolera que hemos tenido en el país estemos llenos de ranchos. 

-Sin embargo, el índice de pobreza ha descendido en los últimos años, según el Gobierno.

El índice de pobreza se redujo porque, en su medición, el componente del ingreso petrolero es alto. ¿Qué pasaría con este indicador si los precios del crudo se redujeran? ¡Cuidado Venezuela!, porque el país está guindando, solo se sostiene de una sola cosa: el precio del crudo y esa variable está fuera del control del Gobierno de Venezuela. 

El mejor ejemplo lo tenemos con la crisis internacional de 2008-2009. Cuando Estados Unidos y Europa entraron en recesión, la cotización del crudo se vino de $100 a $35 el barril y eso impactó los índices de pobreza en Venezuela. 

Además, se están descubriendo nuevos yacimientos petroleros en el mundo, lo que cambiará el rol privilegiado que tiene el país hoy en día.

-Si bajaran los precios petroleros, ¿cuál sería el panorama?

Habrá una crisis en el sector externo de la economía: en la balanza de pagos , las exportaciones, las importaciones, la cancelación de deudas y de servicios.  

Para 2013 y 2014, con base en proyecciones de la Opep y la AIE, el precio del crudo estará en $95 el barril, algo menos que ahora. EEUU va a ser autosuficiente en crudo en unos ocho años y ¿a quién le vamos a vender el petróleo ? Si es a China, hay que competir con Irán, Arabia Saudita, Angola, África, Omán, los Emiratos Árabes y Rusia. Eso sin contar con que Rusia está descubriendo más gas natural y China también.

Oro negro

-¿Qué tanto peso perdió Venezuela en la Opep?

Considerablemente porque no produce ni vende petróleo como antes. En el pasado, Venezuela constituía 25% de la Opep y 8% del mercado mundial. Hoy no llega a 10% del grupo y tiene una participación global de 3%. 

Ya no hay que sembrar el petróleo acá, sino independizarnos de él, de su dominio sobre lo económico, político y social. En cierta forma, así lo hizo México, que vendía 80% del petróleo y ahora solo 10% porque ha dado más espacio a otros rubros.

-¿Qué hacer para lograr la independencia del petróleo ?

Debe haber voluntad política para transformar el país, fomentar la agricultura y la industria. Si tenemos la sabiduría para apuntalar la educación de la excelencia, con capacidad empresarial en las áreas donde tenemos ventajas competitivas como el turismo e incentivar la innovación, saltaremos la barrera petrolera.  

Al igual que Kuwait, Omán, Arabia Saudita, Noruega, Suecia, Venezuela debe crear un fondo patrimonial que sea utilizado para promover actividades productivas privadas con competitividad internacional.

Estado depredador

-¿Mantiene vigente la posición de su libro «Capitalismo salvaje y Estado depredador»?

Sí. Allí planteo que a lo largo de su historia, Venezuela nunca permitió desarrollar las fuerzas productivas que provienen de la influencia del mercado. 

En ese sentido, nunca hubo capitalismo en el país. Lo que hubo fue un Estado que, precisamente con la intención de repartir riqueza, creó un modelo depredador en un proceso inflacionario que, al final, termina gravando los ingresos de la gente.

Devaluación postergada

-¿Piensa que habrá devaluación a corto plazo?

No en este semestre. Antes de las elecciones de alcaldes y concejales o de las presidenciales (cuando se den), es imposible que el Gobierno cometa un acto que vaya en su contra. Una devaluación tiene un alto peso político en la opinión pública. 

-¿Qué proyección hace de Cadivi y el Sitme para este año?

Pienso que el Gobierno suministrará divisas a esos organismos para darle alivio al mercado y disminuir el peso del «otro mercado», pero no devaluará. 

-¿Cómo ve el problema de la inflación ?

El Gobierno puede seguir manteniendo un índice inflacionario artificial con controles de precios, pero la contrapartida es escasez y pérdida de la capacidad productiva. El índice de escasez ya se elevó de 12 a 16 y la producción industrial es horizontal desde 2007, por los altos costos productivos. 

-¿Por qué piensa que no habrá emisión de bonos?

Petróleos de Venezuela dijo que no va a haber emisión de bonos, porque su situación financiera es muy comprometida. No creo que le acepten papeles en el mercado internacional, salvo que Venezuela pague una tasa de riesgo brutalmente elevada. 

Hoy los bonos venezolanos están pagando 12% de interés en dólares como promedio (Grecia llegó a 19%), entonces es difícil colocar deuda venezolana en el exterior, menos con la incertidumbre política que hay en el país.  

Sí hay una figura nueva que es el «certificado en oro». Podría ser que el Banco Central de Venezuela (BCV) genere un papel respaldado en el metal precioso, que sí podrá colocar en el exterior. La garantía del oro se ha tornado mejor que la garantía petrolera venezolana. Así estamos. 

El problema fiscal de este país se resolvería bastante si se colocan bonos en bolívares, en los que hay una situación favorable y se deprecian el año que viene por las tasas de inflación . Esa es otra razón para no devaluar.  

-¿El país corre riesgo de perder su oro, si es que se confirma que se va a empeñar?

Realmente no creo que el país corra mayor riesgo de perder el oro si el ente emisor paga, aunque siempre es posible que, llegado el momento, se invente otro certificado como respaldo.

-Pero así estaríamos creando papeles sobre papeles, en una situación similar a la que llevó a EEUU a la crisis…

El ingenio financiero podría llegar a eso, aunque «el aguante» dependerá del monto que se emita. La colocación de deuda externa venezolana, comparada con el ingreso petrolero, todavía es manejable y no creo que este gobierno se mueva mucho por el lado de la deuda externa.

-¿Considera que Venezuela podrá pagar sus deudas con China?

Ese pago está garantizado con petróleo a futuro; la pregunta es si hay capacidad de inversión de Pdvsa como para producir lo que se debe. Ahora le vendemos a Estados Unidos un millón de barriles refinados y podría ser que este Gobierno desvíe crudo de nuestro mayor socio comercial a China para honrar todo lo que se le adeuda a la nación asiática. 

Sin embargo, la medida sería controversial porque EEUU paga cash, por lo que a Venezuela le convendría producir el petróleo para China, no desviarlo.

Bloque regional

-El Gobierno tiene expectativas en el Mercosur…

Mercosur es un suicidio económico para Venezuela, por las asimetrías con los otros países que conforman el bloque.

Hay que abrir los ojos porque le compramos a Brasil $4.500 millones al año y le vendemos $300 millones y a Argentina le compramos $3.000 millones al año y le vendemos $12 millones. 

La relación es demasiado deficitaria en contra nuestra. Eso sin contar la desproporción inflacionaria y nuestro atraso cambiario, que nos hace imposible competir.

-En la más reciente reunión Celac-UE varios mandatarios elogiaron al presidente Chávez, ¿cómo lo interpreta?

Los mandatarios elogiaron a Chávez y eso se mezcló con un apoyo al Gobierno, el cual es un «creador monetario» de la Celac, gracias a Petrocaribe. Por eso no se podía esperar que ese grupo dijese algo en contra de Venezuela. Fue un voto simbólicamente «comprado». También el apoyo se dio por la gravedad de la salud del Presidente, hay que entenderlo en ese contexto.

-¿Cómo ve el futuro de América Latina?

América Latina ha tendido a acercarse a ideas socialistas o de izquierda con Ecuador, Bolivia, Argentina, Brasil y Uruguay. Sin embargo, no creo que se pueda hablar de una «religión latinoamericana de izquierda». 

Chávez fue muy exitoso con su modelo en un momento dado, pero los países más sólidos de América Latina como Brasil, Chile, Perú y Colombia han tenido un crecimiento que nada tiene que ver con socialismo o izquierdismo, sino con adoptar reglas del capitalismo con déficit fiscal y deuda pública bajo control, además de políticas de crecimiento amparadas en el sector privado. 

Brics

-Se habla de la crisis del capitalismo europeo, mientras los países del Brics repuntan.

No es así. Los países del Brics no son socialistas. Aunque la retórica de Dilma Rousseff sea socialista, Brasil ha crecido gracias al capital privado. Asimismo, China ha repuntado en los últimos 10 o 15 años por la vía del capitalismo y Rusia tiene un capitalismo sui géneris con mucha presencia del Estado, pero con gran expansión del capital privado.

Al comparar a los países Brics con EEUU, Alemania, Inglaterra o Francia, se está haciendo un contraste indebido porque todos son capitalistas. La diferencia está en que Alemania o Inglaterra, por ejemplo, tienen economías muy avanzadas que han llevado al extremo el uso de sus fuerzas productivas, lo que da pocos márgenes de crecimiento, a diferencia de lo que ocurre en los países emergentes. 

-¿Usted sostiene que no es el capitalismo el que está en crisis, sino más bien el socialismo europeo? 

Lo que está en crisis en Europa no es Siemens ni Peugeot, sino el Estado británico, francés y español, que gastaron demasiado en una bonanza falsa, con un déficit fiscal pavoroso y un crecimiento descontrolado de la deuda, que ahora tienen que pagar. Eso ocurrió por la influencia de la idea socialista, también arraigada en Venezuela, de que el Estado debe ser el constructor de la sociedad. 

Lo que fracasó en Europa es el «estado de bienestar», el socialismo keynesiano y no el capitalismo europeo. La reforma europea tiene que dar lugar a más capitalismo y no más socialismo, que es lo que hace Sarkozy en Francia. 

España se fue por el camino del proteccionismo social y ahora lo está pagando. Grecia es un caso patético de fracaso socialista en el mundo, al llevar al extremo la protección social sin crear capacidad productiva