Trump aprueba los aranceles a las importaciones de acero y aluminio
El presidente de EE.UU., Donald Trump, ha aprobado los aranceles a las importaciones de acero, un 25%, y aluminio, un 10%. Estas tasas entrarán en vigor dentro de 15 días, el próximo 23 de marzo, según ha asegurado el propio Trump. A su vez, de momento estos aranceles se aplicarán a todos los países, excepto a Canadá y México, aunque el mandatario americano ha afirmado que pueden ser más países los que cuenten con ese privilegio de exención.
«No tomamos estas acciones por elección, sino por necesidad», ha indicado Trump tras la firma. El mandatario subrayó que el acero y el aluminio «son vitales» para la «seguridad nacional» de Estados Unidos.
Asimismo, señaló que debido a la «especial relación» con Canadá y México, socios comerciales con los que se está renegociando actualmente una nueva versión del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), estos dos países no se verán afectados. «Tengo la impresión de que vamos a alcanzar un acuerdo sobre el TLCAN Si lo logramos, no habrá aranceles para Canadá y México», ha puntualizado.
Trump, que desde hace tiempo protesta por lo que dice son prácticas comerciales injustas de parte de China y de otros países, convocó la semana pasada a ejecutivos del acero y del aluminio a la Casa Blanca y anunció que aplicará aranceles del 25% al acero importado y del 10% a las importaciones de aluminio.
El presidente estadounidense desde que anunció los aranceles la pasada semana incendió el panorama político, iniciando una guerra comercial con Asia y Europa, que avisaron que responderían ante estos impuestos imponiéndoselos a compañías como Harley Davidson. Estas medidas también provocaron un gran revuelo dentro de su propio partido, con la dimisión de su máximo asesor económico, Gary Cohn.
Los hechos transcurridos tras su anuncio han obligado, sin embargo, a que Trump modere su postura inicial. Así, ha afirmado también que mostrará «gran flexibilidad» con aquellos países que «son amigos de verdad». Por ello, no escarta que más países se unan en los próximos días a las exenciones que hasta el momento cuentan México y Canadá.
Un dirigente republicano teme «consecuencias»
El presidente de la Cámara de Representantes de EE.UU., el republicano Paul Ryan, aseguró que teme las «consecuencias no deseadas» de los aranceles del 25% a las importaciones de acero y del 10% a las de aluminio impuestos hoy por el presidente, Donald Trump. «No estoy de acuerdo con esta acción y temo sus consecuencias no deseadas», indicó Ryan en un comunicado divulgado minutos después de que Trump oficializara los polémicos gravámenes rodeado de parte de su gabinete.
Sin embargo, Ryan agradeció a Trump que haya escuchado las recomendaciones de varias voces del Partido Republicano y haya optado por incluir exenciones a países aliados (Canadá y México) en su resolución. El líder republicano dijo, no obstante, que seguirá instando a la Administración Trump para que limite esta medida proteccionista anunciada hoy y que enfoque los aranceles a países «que violan el derecho comercial».
Brasil recurrirá contra los aranceles de EE.UU.
El Gobierno brasileño reiteró este jueves su «gran preocupación» por la decisión de EE.UU. de imponer aranceles a las importaciones de acero del 25% y del 10% para las de aluminio, y reafirmó que «recurrirá todas las acciones» para preservar sus intereses. La medida adoptada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, oficializada, provocará «graves perjuicios» a las exportaciones brasileñas, «ampliamente» favorables a EE.UU., según un comunicado conjunto de la cancillería brasileña y del Ministerio de Industria y Comercio.
De acuerdo con Brasil, la decisión de Estados Unidos tendrá un significante «impacto negativo» en los flujos bilaterales de comercio y en las relaciones comerciales y de inversión de ambos países. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil señaló también que las «medidas restrictivas» a las importaciones de acero y aluminio son «incompatibles» con las obligaciones de Estados Unidos bajo el paraguas de la Organización Mundial de Comercio. Brasil volvió a manifestar su preferencia por el diálogo y la asociación, pero subrayó que «recurrirá a todas las acciones necesarias, en los ámbitos bilateral y multilateral, para preservar sus derechos e intereses».