¿Terminarán los bancos centrales comprando Bolsa?
Los bancos centrales están cada día asumiendo más riesgos en los mercados. El Banco de Japón lleva la delantera y compra sin ningún rubor acciones de su Bolsa; mientras tanto, la Reserva Federal (Fed) estadounidense anunció al inicio de esta crisis que adquiriría bonos sin grado de inversión, es decir, los de mayor riesgo (high yield), y el Banco Central Europeo (BCE) ya se ha mostrado abierto a hacerlo próximamente ante la gravedad de la crisis económica. Por lo pronto, ya ha aceptado por vez primera los bonos de alto riesgo como garantía (colateral) para dar liquidez a la banca y Christine Lagarde reitera una y otra vez estar dispuesta a todo lo necesario para afrontar la crisis, en respuesta a las críticas del Constitucional alemán al programa de compras de deuda.
Un paso aún más allá en la asunción de riesgo, la compra de acciones por parte de los bancos centrales, no le suena descabellada a los analistas. El en su día criticado modelo japonés de intervención en su mercado de bonos fue luego replicado por la Fed y el BCE a raíz de la crisis financiera de 2008. Tampoco se ven con buenos ojos sus compras sin ningún disimulo en las Bolsas, pero puede que, como ocurriera con los bonos, sea solo una cuestión de tiempo. Así lo cree el experto de la gestora Jupiter AM Ariel Bezalel: “No sería descartable que podamos ver a la Fed saliendo al mercado a comprar acciones, como, de hecho, el Banco de Japón lleva tiempo haciendo. Mantenemos desde hace tiempo que los mercados desarrollados terminarán siguiendo la senda económica trazada por Japón”, explica.
Un reciente estudio de Bank of America apunta también a la posibilidad de que la Fed tome partido en el mercado de acciones. “El estímulo monetario no tiene precedentes, ya que la Reserva Federal creó el Servicio de Crédito Corporativo del Mercado Secundario (SMCCF) y prometió comprar ETF de bonos corporativos, incluidos los de alto rendimiento de EE UU”. Y agrega: “Si bien el BCE puede hacerse eco de la Reserva Federal al proporcionar un apoyo explícito a los bonos de más riesgo, es poco probable que esto se extienda a las acciones dado que las más capitalizadas ya han rebotado agresivamente desde los mínimos de marzo”.
Pero según añaden en Bank of America, los altos multiplicadores de las acciones estadounidenses son una señal de que los inversores “están apostando por una recesión corta, o por la compra de acciones de la Fed, creyendo que los fundamentales de las empresas no importan. Es probable que la Fed considere esas compras en Bolsa si se ve presionada por nuevos derrumbes de los índices”…