Se buscan profesionales⦠¿con o sin opinión política?
Todavía está fresca la memoria de las elecciones en EE.UU. Un mes antes, Chávez las ganó en Venezuela. Y con la arrancada de 2013 âcontando con que el mundo continúe su marcha y no se cumplan las profecías mayas- se realizarán las elecciones en Ecuador y Paraguay. Sin duda, especialmente en países latinoamericanos, los cuales cuentan en su mayoría con oscuros períodos dictatoriales en sus historias, ejercer la democracia y el debate político es algo que arde en las venas de la gente al margen de géneros, razas, clases sociales y estratos económicos.
Hoy en día, los social media como Facebook, Twitter o MySpace, se han convertido en plataformas difusoras de opiniones y noticias políticas, además de arena de debate acerca de temas polémicos. Sin embargo, ¿qué tan aconsejable es para los profesionales visibilizar sus afiliaciones y puntos de vista en estas redes virtuales?
El branding debe ser construido a conciencia
Dada la gran penetración de la tecnología digital en las formas de trabajo y el networking profesional y social, mantener perfiles en redes profesionales como LinkedIn se ha vuelto común y casi obligatorio para el profesional moderno. En la opinión del chileno Manuel Pizarro, chief digital officer de Pro Publicidad, insertarse en estas redes se ha vuelto casi imperativo, ya que de lo contrario ânos volvemos commodities dentro del mercado laboral. Para distinguirnos de la competencia, lo primero es definir nuestra âmarcaâ en base al talento que nos hace distintosâ.
A la imagen profesional proyectada a través de los medios virtuales se le ha denominado âpersonal brandingâ. Si se comprende la imagen como la sumatoria no sólo del aspecto físico, sino del comportamiento en público, las preferencias culturales, e incluso la influencia que se recibe del conjunto de las imágenes de quienes integran nuestros círculos de relaciones sociales, entonces salta a la vista que lo proyectado en estas redes virtuales formará parte nuclear de la imagen.
Más importante aún, para aquellas personas con quienes no se tiene contacto directo, esta imagen virtual será la primera y quizá única impresión que tendrán del profesional.
Sobre esto, lo primero que dice Franc Carreras, profesor de Márketing de la española Esade es que âdesde el momento en que un profesional crea un perfil en una red social deja de ser una persona privada y se convierte en una persona con imagen pública. A partir de entonces es responsable de su proyecciónâ. Ello implica que el profesional debe asegurarse de entender perfectamente las herramientas que utiliza para proyectar esa imagen.
Pizarro añade que una vez construida una identidad y una imagen que aparece publicada en una red social virtual, el individuo debe âtrabajar para mantener esa âmarcaâ, lo que significa ser coherente con nuestro posicionamiento personalâ…