Se avecina la “mayor ola de morosidad hipotecaria de la historia”
A diferencia de la crisis financiera del 2008, en la que se dejó en la calle a toda una generación de compradores de viviendas, esta vez el sector de la vivienda se enfrenta a un problema mucho más convencional: La repentina e impredecible incapacidad de los prestatarios de hipotecas para hacer sus pagos mensuales, mientras la economía está paralizada por el coronavirus.
Y desafortunadamente esta vez la crisis será mucho peor, porque como informa Bloomberg, los prestamistas hipotecarios se preparan para la mayor ola de morosidad de la historia, de al menos un 30% de dueños de casas que dejarán de pagar sus pagos mensuales.
Y a menos que el plan para comprar tiempo funcione —la posibilidad de que el plan del Tesoro de EE.UU. proporciones la tan necesitada liquidez a las pequeñas empresas que pueden estar al borde del colapso— una crisis aún peor puede estar llegando: ejecuciones hipotecarias en masa y el caos del mercado hipotecario.
Pateando la lata para más adelante
Los prestatarios que perdieron sus ingresos por el coronavirus, que ya es una cifra altísima como lo atestiguan los 10 millones de nuevos reclamos por desempleo en las últimas dos semanas, pueden pedir que se salten los pagos de hasta 180 días seguidos de hipotecas respaldadas por el gobierno federal, además de evitar las multas y un golpe a sus puntajes crediticios. Pero como señala Bloomberg, esto es sólo patear la lata para más adelante y eventualmente los dueños de casa tendrán que pagar todo.
Según las estimaciones del economista jefe de Moody’s Analytics, Mark Zandi, hasta un 30% de los estadounidenses con préstamos para la vivienda —unos 15 millones de hogares— podrían dejar de pagar si la economía de EE.UU. permanece cerrada durante el verano o más allá.
Operando en la oscuridad
Mientras tanto, los prestamistas —como todo el mundo— están operando en la oscuridad, sin manera de predecir el alcance o la duración de la pandemia o el daño que causará a la economía. Si el virus retrocede pronto y la economía vuelve a la vida, entonces el plan ayudará a los prestatarios a volver a la normalidad rápidamente. Pero cuanto mayor sea la repercusión, más difícil y más caro será evitar los embargos.
En “modo de rescate de todos”
Y si la agitación económica es de larga duración, el gobierno federal tendrá que encontrar una manera de evitar las ejecuciones hipotecarias —lo que podría significar perdonar alguna deuda—, dijo Tendayi Kapfidze, economista jefe de LendingTree. Y con el gobierno ahora atascado en el “modo de rescate de todos”, el riesgo de permitir que las ejecuciones hipotecarias entren en espiral es demasiado grande, porque dañaría los mercados financieros y eso podría reinfectar la economía, explicó.
“Espero que los responsables políticos hagan todo lo posible para mantener la línea en una crisis financiera”, dijo Kapfidze. Pero en medio de la incertidumbre es difícil saber qué es lo que viene.