¿Qué le pasará a la economía española cuando Donald Trump esté en la Casa Blanca?
Sorpresa. Pánico. Desconsuelo… Toda una lluvia de adjetivos negativos ha descargado por el mundo tras conocerse la noticia de que el multimillonario Donald Trump será el próximo presidente de los Estados Unidos. Pasado el shock inicial, lo que llueven son augurios más o menos alarmistas y agoreros sobre las consecuencias de su mandato
Pero tan imprevisible como ha sido su elección, se aventuran las consecuencias de su mandato. Sobre todo porque desde el minuto uno, el electo presidente ya ha sido capaz de negarse a si mismo más de tres veces, y no hay quién pueda aventurar cuántas más volverá a desdecirse.
Sus primeras palabras, conciliadoras y asegurando que gobernaría para todos, nada tenían que ver con el candidato bronco que había ganado las elecciones. Así que, en apenas unos minutos, los mercados financieros pasaron de aventurar una catástrofe,con un desplome que podría haber sido histórico, a recuperar las ganancias y apaciguar algo el pánico.
Por otro lado, solo hizo falta una reunión informal con Obama, para que Trump reconociera que el Obamacare tiene unos puntos básicos que merecen la pena ser mantenidos. ¿Cuántas veces amenazó en campaña con borrarlo de un plumazo?
Tampoco expulsará a todos los sin papeles del país, sólo a los que tengan antecedentes penales, dijo en su primera entrevista en televisión en la cadena CBS.
Son solo tres ejemplos de que lo único certero a lo que los análisis se pueden aferrar es que Trump puede cumplir con todo lo prometido o no. En lo que afecta a la economía española, y partiendo de lo anunciado, el efecto de la política económica de Trump puede no ser tan traumático como pueda parecer a nivel mundial e incluso hasta se puede atisbar algún punto positivo, o tal vez no.
Relaciones comerciales entre EEUU y España
Debemos partir que la relación económica entre España y EEUU es buena, pero no estamos hablando de la pareja de siglo. Es cierto, que EEUU es el primer socio comercial de España fuera de la Unión Europea. También lo es que en 2015, fue el sexto destino de las exportaciones españolas. Incluso, que, desde 2014, EEUU es el primer inversor extranjero en nuestro país.
Pero si ponemos datos a estos rankings, la situación se desinfla bastante. Lo que ocurre es que la economía española tiene una dependencia tan alta de sus vecinos europeos, que ser el sexto destino de las exportaciones significa que apenas se vendieron allí el 4,6% de todas exportaciones españolas. Los bienes y servicios americanos que compra España a EEUU, no superan el 4,4% de total de las importaciones. Y que ese país sea primer inversor extranjero significó que desde allí llegaron 1.581 millones de euros, poco más del 7% del total.
Por si fuera poco, el año 2016 no está siendo especialmente bueno para las relaciones comerciales entre ambos países. Entre enero y agosto descendieron las exportaciones a EEUU un 5,6% y las importaciones un 4,3%, según el Informe de Comercio Exterior que publica el Ministerio de Economía.
Por lo tanto, el impacto de la repercusión directa de cada una de las promesas de Trump parece muy acotado para el conjunto de la economía española, tanto en el lado positivo como en el negativo.
Un euro bajo impulsa las exportaciones
El primer impacto puede llegar de la caída de la cotización del euro. Desde el 8 de noviembre, la divisa europea ha perdido más de un 2,7% de su valor. Una devaluación monetaria que juega a favor a las empresas que exportan fuera de la Unión Europea, incluso a las que comercian con EEUU. Pero no todo es alegría, porque mientras el euro cae sube la prima de riesgo lo que encarece la financiación de nuevos proyectos internacionales.
En cuanto a las repercusiones directas basada en las promesas electorales de Trump tenemos:
Bajada del Impuesto de Sociedades
Por supuesto, las empresas españolas con sede en EEUU se van a beneficiar del regalo fiscal que ha prometido Trump a las empresas y que supone una rebaja del Impuesto de Sociedades del 35% actual hasta el 15%. Aquellas que tengan venta directa al otro lado del Atlántico también podrán percibir el impulso del consumo interno que los analista aseguran que puede provocar esta medida.
Apuesta por las infraestructuras
Trump dobló el objetivo de Hilary Clinton en esta materia y en su programa lleva la intención de invertir más de 500.000 millones de dólares para poner en marcha nuevas infraestructuras y mejorar las existentes en EEUU. Las que hay ahora las considera «tercermundistas». Si se confirma esta intención, las grandes constructoras españolas como ACS, Ferrovial y OHL podrían continuar con la ya potente expansión que tienen. Al menos así, lo han entendido los inversores que hicieron subir las cotizaciones de estas empresas en el primer día de Bolsa tras conocerse la identidad del nuevo presidente.
Devolver el impulso a los sectores minero y siderúrgico
Mucho más que ACS subieron Arcelor Mittal y Acerinox las dos empresas de origen español con presencia en EEUU que podrían sacar más provecho a las intenciones del presidente republicano de revitalizar los sectores industriales básicos como la minería y la industria.
El repliegue de la apertura de relaciones con Cuba
En plena euforia por captar el voto latino, el ya presidente electo prometió a los republicanos anticastristas que revertiría la política de aproximación de Obama, mantendría firme el embargo económico de décadas contra la isla e, inclusive, cerraría la recién inaugurada embajada de EE.UU. en La Habana. Pretendía así ganar el favor de los cubanos de Miami que han criticado que las empresas estadounidenses en Cuba están dando aire a la dictadura de Castro.
Está por ver, hasta qué punto esta promesa se materializa, puesto que tanto el Congreso como el Senado han ganado, tras las elecciones, representantes a favor de la normalización de las relaciones con Cuba.
Además, Trump, que conoce a la perfección el mercado hotelero, no es ajeno a las oportunidades que presenta Cuba. En 2015, el turismo extranjero en Cuba aumento un 17% hasta alcanzar la cifra récord de 3,5 millones, según Reuters. Los visitantes americanos aumentaron un 77%, pero aún así apenas llegaron a 161.000. Eso significa que el potencial turístico de Cuba está ahí con o sin EEUU.
Es oficial que La Habana tiene la intención de abrir 24.000 habitaciones en los próximos años. Un repliegue de EEUU sería un gran regalo al sector turístico español, pionero en la isla. Hasta ahora, las empresas españolas gestionan más de 90% de las habitaciones en hoteles de cinco estrellas cubanos y más del 60% en las de cuatro estrellas. Pero, en el último año, la competencia de las grandes cadenas hoteleras de EEUU les ha complicado el negocio.
Incremento de las tasas aduaneras
Esta es una de las promesas que más temores ha desatado en todo el mundo. En principio, los países más afectados serían México, Canadá y China. Los dos primeros forman parte del Tratado de Libre Comercio que difuminó las fronteras comerciales desde 1990. Abandonar este acuerdo estaba entre sus principales intenciones.
En lo que respecta a las empresas españolas que comercializan con EEUU la relación está lejos de ser tan idílica. Oficialmente existen unas tasas que gravan un 3,5% los bienes españoles que entran en aquel país y un 5,2% los que proceden de él. Está claro, que si se incrementan los impuestos la rentabilidad de los negocios caerá y,tal vez, a más de una pyme no le cuadren las cuentas…