Puedo morir mañana, pero mientras tanto…seamos IMPRUDENTES
“Mezcla a tu prudencia, un grano de locura” decía Horacio
Puedo morir mañana , pero mientras tanto…
… Sigo ocultando mis sentimientos hacia esa persona que tanto me gusta.
… Sigo yendo al trabajo (quién lo tenga), aguantando a ese jefe que no aprecia lo que tengo dentro de mi.
… Sigo haciendo lo que los demás dicen que tengo que hacer por mi bien, cuando en el fondo sé que no es lo que quiero hacer.
… Sigo pensando que la vida me debe una y aquí sigo esperándola, mientras me jodo yo mismo la vida.
… Sigo creyendo que copiando a los demás, van a reconocer mi talento. Cuando lo único que estoy consiguiendo es ser uno más.
… Sigo creyendo que soy un inútil porque no soy como la “sociedad” estipula que debo ser a mi edad.
Pero mientras tanto, puedo morir mañana y sigo sin hacer nada.
¿Qué deducción sacas de todo esto?
QUE SOMOS UNA SOCIEDAD DEMASIADO PRUDENTE
De prudentes o imprudentes, por no hacer lo que sentimos no vayan a sentirse enfadados los demás.
De prudentes, no vayamos a romper algún tabú, algún limite y las consecuencias por ser felices, sean menos que los posibles castigos que nos puedan recomendar.
De prudentes por no decir nuestra verdad. Ya que hemos visto que es mejor mentir y ocultar nuestra verdad, que perder los privilegios que podamos estar disfrutando.
De prudentes, ya que es mejor ser victima del éxito que nos “recomiendan” que ser victima de nuestra propia felicidad.
SOMOS UNA SOCIEDAD MUY PRUDENTE.
No levantamos la voz, porque los demás no lo hacen. No decimos lo que pensamos, hasta que hay un “valiente” que se atreve a decirlo él primero.
No damos un paso adelante, hasta que no nos lo permiten hacerlo. Y si nos lo dan, que seguramente no será así.
Y mientras somos prudentes, nos hemos olvidado que mañana quizá, podamos estar muertos. Pensarás que soy un agorero, ¿Pero no has visto historias con el virus, de salir por casa y no volver? ¿De familiares que se fueron a dormir y ya no despertaron?
No soy agorero, soy realista. Quizá mañana no estés aquí y tú mientras tanto, esperando que a tu oportunidad caiga del cielo, porqué te lo mereces. Pero eso sí, con prudencia por favor, que no quieres hacer daño a los demás y mucho menos descubrir de repente, que puedes ser feliz o tener el éxito que siempre
No, mejor ser prudente.
Si tú metes en internet prudencia, te sale una definición que pone: “La prudencia es el comportamiento orientado hacia la felicidad..” Y a su lado ves que pone: “Capacidad de pensar, ante ciertos acontecimientos, sobre los riesgos posibles que estos conllevan..”
En una misma página, a mi parecer se están contradiciendo. Me están diciendo que la prudencia me llevará a MI FELICIDAD. Y por otro lado tengo me dicen que tengo que pensar en los actos que tengo que hacer, no vaya a ser que la cague. Y mientras tanto, mañana puedo estar muerto…
(Nota: No estoy diciendo que no pienses hasta de lanzarte en paracaídas si hay uno de seguridad o la cuerda de la tirolina es buena. Tampoco te estoy diciendo que no hables con respeto a tus mayores o a las personas que te rodean y quieren, Piensa, por favor)
Nos hemos criado con refranes como ” más vale pájaro en mano , que ciento volando”. Y luego viene una crisis como la que estamos viviendo y a la hora de buscar trabajo, acabamos haciendo lo mismo que hace 20 años, mandando curriculum y acudiendo a los portales de empleo de siempre.
Por no hablar del que siempre me dicen mis padres ” bueno es pan duro cuando es seguro”. Claro que es bueno, pero ¿Qué provoca? Que nos quedemos como estamos, que demos gracias por lo que tenemos y nos olvidemos por lo que podríamos haber tenido si lo hubiéramos tenido. Que nos olvidemos de la imaginación, de soñar, que no demos un paso adelante, que nuestra felicidad ya llegará si tiene que llegar, pero ahora seamos prudentes, no vaya a ser que por una cosa u otra, nos quedemos sin nada.
Y mientras tanto, mañana quizá estemos muertos.
Creo que el concepto de prudencia que nos han inculcado, es el del miedo “falsa seguridad” y sobre todo ser precavido. Es decir es un veneno contra las oportunidades, la verdadera felicidad y cualquier tipo de innovación.
Muchas de las oportunidades que has perdido en tu vida, han sido por ser precavido. Y por mucho que te diga Paulo Coelho, que si tiene que ser para ti, seguro que volverá. Mientras vuelve o no, te vas arrepintiendo todo ese rato por no haber dado el paso adelante.
Las empresas se rigen por el principio de prudencia directiva. Es decir debe contemplar y considerar un número de variables para escoger el camino correcto. ¿Y tú crees que siempre aciertan? NO. ¿Y tú crees que eligen la mejor opción cuando está presente la incertidumbre, el miedo y el apego? NO. Siempre optarán por la prudencia y por la rutina, dejando a un lado la innovación y la creatividad.
Perdemos oportunidades, por miedo a perder el pasado y no querer ganar de verdad, el presente y el futuro.
Hay que ser prudentes cuando quieres pasar un paso de cebra y está apunto de llegar el tranvía por el otro lado. Hay que ser prudentes cuando conoces a tus suegros por primera vez.
Pero si quieres alcanzar lo que sientes que es tuyo, si quieres llegar a tener frente a frente a tu felicidad (ponle la forma que tú quieras), dejar de ser prudente, de seguir las recomendaciones que solo te han hecho quedarte en el mismo sitio que los demás cuando tú sabías que no es el puesto que deseabas.
No digo que seas imprudente, un incoherente o un sin sentido, sino que digo que es hora que seas tú.