No habrá recuperación económica, sino rebotes – deGerencia.com
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No habrá recuperación económica, sino rebotes

Cuando los discursos de los diferentes gobiernos en el mundo señalan que ya pasó lo peor de la crisis económica generada por la pandemia, sólo son eso, discursos no del todo ciertos.

Una serie de análisis recientes de importantes instituciones señalan que el mundo entero apenas iniciará la etapa más dura y difícil de la recuperación económica.

Lo que en realidad sucedió en casi todo el orbe fue el hecho de que se tocó fondo y las economía “rebotaron” después del gran desplome, algo parecido al efecto que haría un balón al ser arrojado desde una gran altura y llegar al piso.

Analistas de Societe Generale, Allianz, Oxford Economics, Natixis y Fitch Ratings, coinciden en señalar que lo sucedido hasta ahora, especialmente la recuperación de las economías, es la parte más fácil del proceso. Los efectos del dinero inyectado por los bancos centrales y el desconfinamiento fueron evidentes, pero dicho “rebote” no significa la recuperación plena, será un proceso mucho más difícil, largo e incluso doloroso por las consecuencias que se esperan.

Habrá tres indicadores a los que deben ponerse mucha atención porque su desempeño nos dirá cómo evolucionará la recuperación económica y el tamaño del reto que se enfrenta. Estos indicadores son: un crecimiento más lento, aumento del desempleo y moderación en el consumo, señala un análisis de Societe Generale.

Crecimiento más lento

Los indicadores de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) señalan que la recuperación alrededor del mundo empieza a perder velocidad. Según Societe Generale, la primera evidencia tras el desconfinamiento apuntaba a una recuperación en forma de ‘V’. Sin embargo, mantener la expansión parece que no será la tónica por mucho tiempo.

“En Europa ya hay indicios de que las economías no podrán mantener por mucho más tiempo un repunte significativo, eso pasará también en otras partes. De hecho, parece inevitable una disminución en el crecimiento a partir del tercer trimestre del año“, explica el análisis.

Hay casos en los que el descenso de la actividad económica es incluso más evidente como en Francia, España, Reino Unido, y con fuertes riesgos para naciones como Estados Unidos ante sus niveles de contagio y la lenta e inacabada recuperación de la actividad turística. España reporta una caída de 75 por ciento durante julio en visitas de turistas internacionales, al tiempo que tiene un desplome de 80 por ciento en ingresos, respecto al mismo periodo del año pasado.

El virus del desempleo

Sin lugar a dudas, el efecto más devastador de esta gran crisis económica será el desempleo, no hay posibilidades de que se recuperen en un plazo inmediato todas las plazas perdidas a causa de la pandemia, dicha condición es indispensable para poder hablar de una recuperación plena. En el banco francés de inversión Natixis, las cifras que tienen sobre Europa no son nada favorables, pues indican que el desempleo es y será la tónica por un largo tiempo.

Por su parte, Oxford Economics señala que con el virus todavía activo en gran parte del mundo, medianamente controlado, la reactivación económica no será una realidad, inevitablemente los niveles de empleo no podrán recuperarse.

En su análisis, Societe Generale es contundente al mencionar que los mercados laborales en el mundo entero se enfrentarán a una situación compleja los meses siguientes; y por si eso no fuera suficiente, los salarios bajarán o su crecimiento será muy inferior al de otras épocas al menos por un tiempo. La elevada disponibilidad de mano de obra en todo el mundo y el aumento de los costos laborales para las empresas, harán inevitable dicho fenómeno.

Con este escenario, los economistas de Fitch Ratings validan en uno de sus más recientes análisis su expectativa de que la recuperación en Estados Unidos será en forma del logo de Nike, pues las restricciones persistirán al menos en la primera mitad de 2021 y que la tasa de desempleo podría regresar a niveles de hasta 22 por ciento en algún momento de los próximos meses, además de que no se ubicará debajo de 17 por ciento al menos antes de 2022.

Un panorama desolador para la economía global, que si bien no cayó en una Gran Depresión, está condenada a una dolorosa y muy prolongada recuperación. Lo sucedido en 2009, año en el que se recuperó la actividad de la economía del planeta, no se repetirá en esta ocasión.

Covid-19 seguirá moderando el consumo

Es evidente que, mientras no haya un remedio definitivo al virus e incluso si lo hubiera, el consumo se mantendrá estancado y en muchos casos volverá a caer. Un análisis de Allianz Research indica que, con el otoño ya tocando la puerta en el hemisferio norte, la llegada de la influenza estacional y su convivencia con el Covid-19 no es la mejor noticia que pueda haber.

En sus análisis también integran el mercado europeo y los resultados no son nada favorables. Por ejemplo, en Grecia el consumo habría caído hasta un equivalente de 26 por ciento del PIB, mientras que se mantienen los riesgos para economías más grandes como Italia, la propia Alemania y Reino Unido. El virus mantendrá las medidas restrictivas y la peor amenaza para la economía sería un “reconfinamiento” en alguna parte del mundo, letal por necesidad.

El Covid-19 impuso ya una nueva “normalidad para la economía”, una posible vacuna definitiva, científicamente probada y comprobada, empezará a cambiar las cosas, pero no será de la noche a la mañana, todos los indicadores y análisis señalan que viene la parte más compleja de una crisis inédita en casi un siglo, con una lenta y muy dolorosa recuperación. Si esto les espera a las economías más avanzadas, los países en desarrollo no tienen escapatoria.



  • Ver original en Alto Nivel
  • Publicado el viernes septiembre 11, 2020


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