Los españoles ahorran un 7% del sueldo para la jubilación, a la cola de Europa
En un escenario de tipos de interés bajos y rentabilidades a ras del suelo, los españoles siguen guardando la mayor parte de sus ahorros bajo el colchón o, en su equivalente, en cuentas bancarias. En concreto, el 65% de los ahorros se encuentran en efectivo o en activos líquidos -es decir, en bancos- lo que genera rentabilidades nulas, frente al 14% que lo destinan al inmobiliario, el 7% a la renta variable y el 5% en renta fija y en fondos multiactivo -otro 5%-. Así lo asegura el III estudio Investor Pulse elaborado por Blackrock.
Este informe elaborado para inversores al que ha tenido acceso ABC radiografía los hábitos de ahorro de un ramillete de países y ciudadanos a través de 28.000 entrevistas en 18 países a hogares entre enero y febrero de 2017, de los que 13.000 son europeos y mil proceden de España. Los españoles destacan por que son de los que dedican un menor porcentaje del sueldo a ahorrar para la jubilación. Solo un 47% han empezado a ello, el porcentaje más bajo de los países recogidos con la excepción de Francia (45%). Asimismo, al comparar con el anterior estudio de 2015, la cifra baja en tres puntos. Frente a España, en Alemania el porcentaje alcanza el 65%.
Así, los españoles destinan un 7% de su salario de media a ahorrar para la jubilación. Junto a Suecia y Francia, con el mismo porcentaje, es el país de los 18 encuestados con un porcentaje más bajo: los italianos dedican un 8%, los alemanes un 9%, los estadounidenses un 10% mientras que japoneses, chinos, mexicanos y chilenos alcanzan un 12%. La moderación salarial contribuye a estos datos: la principal razón por la que los españoles ahorrarían más sería una subida de sueldo -opción respondida por el 37% de los encuestados-.
Dinero en el banco
Pese a la mejora económica, las dudas en los mercados y el temor a los riesgos que conlleva la inversión contribuyen a que los españoles tengan la mayor parte de sus ahorros en activos líquidos o bajo el colchón, para posibles imprevistos. Aún con las exiguas rentabilidades actuales de depósitos y cuentas, a la pregunta sobre cuál es la mejor forma de generar ingresos para la jubilación, la primera opción para los españoles es tener dinero en el banco y aprovechar los intereses generados (28%). El boom del alquiler y el despertar de la construcción se percibe en que la segunda opción para cosechar ingresos, con un 24%, es invertir en inmuebles y aprovechar las rentas originadas por el alquiler.
Ante los tipos de interés bajos, el 30% de los españoles responden no haber «hecho nada». Solo uno de cada diez españoles están interesados en invertir parte de su liquidez. El 52% responde que invertiría si su capital estuviese garantizado, lo que refleja que aún existen temores arrastrados de la crisis. Por su parte, el 47% lo haría si entendiese mejor los riesgos y rentabilidades de la inversión.
«Las tensiones geopolíticas derivadas del Brexit y de la victoria de Donald Trump han podido alejar a ahorradores de la renta variable, pese a que la rentabilidad ha sido considerable en un entorno de tipos bajos», ahonda Aitor Jauregui, responsable de desarrollo de negocio de BlackRock Iberia.
Optimismo económico
De hecho, la tendencia global es que los encuestados respondan que año a año tienen menor confianza en la toma de decisiones financieras: España no es la excepción y la confianza baja once puntos al 38%, porcentaje similar a la media europea, del 39% frente al 48% previo.
Pese a ello, la recuperación ayuda a que los españoles eleven su optimismo ante la situación y su futuro financiero, un 44% confiesan serlo, cinco puntos más que en 2015, lo que acerca a la media europea, del 49%. Los principales peligros que identifican los inversores españoles para su futuro financiero son el estado de la economía -un 52%, cuatro puntos menos que en 2015- y el alto coste de la vida con un 49% -tres puntos más que en la anterior edición, lo que pone de manifiesto el espectacular alza de la inflación a comienzos de año-. La seguridad laboral es el tercer riesgo más citado, con un 40% que supone, sin embargo, diez puntos menos que en 2015 ante la incipiente mejora del mercado laboral.
«Los datos de la encuesta demuestran que ha mejorado significativamente la percepción sobre la situación del mercado laboral, aunque los efectos de la crisis siguen presentes en la mente de los inversores. Aquellos con menos poder adquisitivo situados en las franjas de edad más jóvenes son los que más dificultad tienen -lógicamente- para empezar a invertir para la jubilación; pero culturalmente es necesario cambiar la mentalidad para empezar a ahorrar lo antes posible», sostiene Jauregui.
La jubilación aparece como una inquietud constante y el 62% manifiesta estar preocupado por llegar a final de mes cuando se retire y el 56% confiesa que teme ser una carga para su familia entonces -la media europea es del 35%-.
«Frente a otros países, los españoles empezamos a ahorrar muy tarde. Los encuestados piensan que la edad ideal para comenzar son los 35 años, que es una edad bastante avanzada», considera Aitor Jauregui.
La edad es un componente importante: un 42% de los que tienen entre 25 y 34 años han empezado a ahorrar en España, el porcentaje más bajo frente al 46% de los que tienen entre 35 y 44 años, el 46% de los que tienen entre 45 y 54 años y el 54% de los que tienen entre 55 y 64 años. A medida que se acerca el retiro, el ahorro aumenta.