Los diez mandamientos para aumentar las exportaciones
Muchos políticos y analistas coinciden en que la Argentina debe exportar más. Pero no es sencillo acordar las condiciones para lograrlo. La historia nos condena: de generar 0,8% de las exportaciones totales en el planeta en 1960 hemos caído hasta solo el 0,3% del total mundial hoy. De ser el 25° exportador mundial en 1975, a ser el 48° ahora. Para revertirlo será preciso atacar los factores que han producido la caída. Aparecen al menos diez requisitos:
Participación argentina en comercio global
1. Estabilidad macroeconómica
La tasa de inflación mundial fue en 2018 de 2,46% y descendió desde12,4% en 1980. En Argentina ronda 60% y la mejor performance desde que comenzó la década estuvo apenas debajo de 25%. Si sumamos las varias devaluaciones (el tipo de cambio más útil es el predecible) se constata la dificultad ambiental. El comercio exterior supone negocios a mediano o largo plazo en un ambiente estable.
2. Condiciones de competitividad
El World Economic Forum en su ranking anual de competitividad coloca a Argentina en el lugar 83 entre 141 países. La calificación es mala en independencia judicial, eficiencia regulatoria, solución de disputas, corrupción, estabilidad política, transporte y carga, estabilidad macroeconómica, impuestos, subsidios y competencia, tarifas a la importación, eficiencia en servicios estatales, calidad del mercado laboral, sistema financiero, regulaciones administrativas e investigación y desarrollo.
3. Financiamiento disponible
El crédito doméstico al sector privado en el mundo equivale al 129% del producto bruto. En Latinoamérica, a 49%. En la Argentina en 2018 fue de solo 16% (en 2019 será menor aún) y ha caído desde 40% en 1990. El financiamiento para la inversión, el capital de trabajo y la comercialización son un requisito indispensable para exportar más.
4. Presión impositiva
Según PWC en un análisis sobre sistemas impositivos, la Argentina está ubicada en el lugar 169 en el planeta (entre las 25 peores) con pagos de 106% de utilidades de empresas y un tiempo para cumplir de 312 horas. En la región, Chile está en el lugar 76; Uruguay 101 y Perú, 120. Hoy en el mundo mejoran las condiciones impositivas: la tasa legal de impuesto a la renta corporativa promedio (208 países) es 23% y ha venido descendiendo sistemáticamente (en 1980 la tasa de impuestos corporativos promediaba 38%).
5. Respeto al orden legal
El World Justice Project efectúa el índice mundial de seguridad jurídica (Rule of Law Index) y Argentina aparece en el lugar 46 (2018). En nuestra región los mejor calificados son Uruguay, Costa Rica y Chile. No contar con un orden jurídico robusto afecta la acción de empresas para invertir, ahorrar, vender y comprar, tomar créditos y relacionarse con sus cadenas de clientes y proveedores.
6. La tasa de inversión
La economía global se encuentra en un cambio en base a la calificación de bienes y servicios. La tasa de inversión define la capacidad de acceso a mercados externos. En los últimos años la tasa de inversión argentina mostró bajos niveles (promedio 15/16%) y este año será aún más baja. Mientras, en el mundo —aun sin mucha fortaleza— oscila 24% (en Asia Oriental ronda el 40%).
7. Vínculo con mercados externos
La alícuota arancelaria aplicada promedio en el planeta ha descendido hasta apenas 3%. En parte por los pactos internacionales de apertura recíproca (que, pese a la conflictividad internacional, se incrementan en número y ya son más de 300). La Argentina (que acaba de signar desde Mercosur el acuerdo con la Unión Europea para el que faltan pasos procesales) no participa de demasiados tratados del tipo (solo 12 contra unos 50 de Chile y Perú y unos 45 de Colombia y México), por lo que paga un arancel de acceso a mercados más alto que sus competidores, y agrega costos de adaptación que los que participan de pactos reducen por confluencias regulatorias.
La porción de comercio internacional dentro de acuerdos comerciales explica casi la mitad del total mundial. Adicionalmente hay un problema de foco: Argentina no tiene entre los principales destinos de sus ventas a mercados relevantes. Hay 20 países emergentes (especialmente asiáticos) que generan sumados 25% de todas las importaciones mundiales y que Argentina no cuenta entre sus mayores mercados. Y, como otra cara de la moneda, son necesarias importaciones (1/3 del valor agregado en las exportaciones mundiales es importado) y el nuestro es un país de reducidas compras en el exterior (apenas el sexto importador de Latinoamérica y uno de los diez con menor relación importaciones/PBI del planeta).
8. Participación en cadenas internacionales de valor
El 75% del total de las exportaciones mundiales (en 2018 alcanzaron US$25 billones) ocurre dentro de cadenas internacionales de valor (alianzas transfronterizas de empresas en procesos productivos). En los países desarrollados, el 60% del comercio internacional se vincula con ellas; en las economías emergentes, el 58%; pero solo lo hace el 38% del comercio exterior en Argentina.
9. Escasez de empresas globales
El comercio exterior se basa en empresas internacionales. Una cara de la debilidad al respecto es que en nuestro país exporta poco más del 1% de las empresas. Y apenas 400 empresas lo hacen en más de US$10 millones por año (solo 70 lo hacen en más de US$100 millones). Otra, que el stock de inversión extranjera acumulada en nuestro país permanece en similares montos nominales (unos US$90.000 millones) desde hace años mientras desde el inicio del siglo XXI en toda Latinoamérica esos montos crecieron 385%. Argentina, en el stock (acumulado) de IED recibida, está debajo de Brasil, México, Chile, Colombia y Perú. Y una más es que la inversión de empresas argentinas en el exterior es muy escasa (1/3 de la inversión externa de empresas chilenas, 1/5 de la de las mexicanas, 1/10 de la de las brasileñas). Hace 20 años las inversiones de empresas argentinas en el exterior representaban 20% de todas las inversiones de empresas sudamericanas fuera de sus países; hoy representan solo 6,5%.
10. El desacople cualitativo
Los intangibles empujan la globalización. Propiedad intelectual, información y datos, servicios, certificaciones y estándares son ahora el motor de la globalización. Pero entre las 50 principales marcas comerciales de América Latina solo hay 2 argentinas; apenas 7% del total de inversión en I&D regional se genera entre nosotros; y las patentes que en un año fueron solicitadas desde Argentina en el PCT (acuerdo internacional) fueron no más que 1,5% del total.
Conclusión
Por todo ello, el salto exportador exige cumplir requisitos: estabilidad macro, competitividad sistémica, financiamiento, desahogo impositivo, fortalecer el orden jurídico, mayor inversión, mejor vinculación con mercados externos, participar en cadenas internacionales de valor, incrementar la cantidad de empresas internacionales y dar un salto cualitativo en la oferta exportadora. Recuperar terreno no dependerá de unos pocos retoques.