Latinoamérica, la región más golpeada (y endeudada) del mundo en desarrollo por la pandemia
Es probable que el desarrollo económico y social de la región sufra un retroceso de al menos un decenio, alertó la Cepal.
No hay región más golpeada por la pandemia, económicamente hablando, que Latinoamérica y el Caribe. El impacto es de tal magnitud, que la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) advierte en un nuevo informe lo siguiente: “Es probable que el desarrollo económico y social de la región sufra un retroceso de al menos un decenio” y remata “Hacia finales de 2020, el PIB per cápita era igual al de 2010”
El informe, rico en cifras y datos que muestran la magnitud del desastre económico que dejó la pandemia en Latinoamérica, lleva a la conclusión de que no hay región más golpeada del mundo en desarrollo por la pandemia que la nuestra También se plantean algunas soluciones, pero es insistente en señalar que, para lograr que Latinoamérica salga de la crisis, es necesario no sólo la aplicación de medidas correctas, sino la coordinación de prácticamente todas las naciones en un esfuerzo coordinado y que sería único porque en los hechos nunca se ha realizado.
Efectos sociales devastadores
Para ilustrar brevemente lo que sucedió en Latinoamérica, algunas cifras consignadas en el informe reflejan la crudeza de la realidad que enfrentarán los países de la región para salir de la crisis.
La CEPAL advierte que hay una cantidad considerable de empresas que han cerrado sus estimaciones señalan que serían alrededor de 2.7 millones de unidades de negocio de todos los tamaños. La consecuencia inevitable son los empleos perdidos, que según estimaciones del organismo oscilarían en alrededor de 44.1 millones.
Lo anterior, entre otras cosas, provocó que el número de personas en situación de pobreza pasó de 185.5 a 209 millones, lo que significó un incremento de 23.5 millones o bien 12.66 por ciento en sólo un año, esto significó que del total de la población latinoamericana el 33.7 por ciento está en la pobreza, desde una tasa previa de 30.3 por ciento. Por su parte, las personas en situación de pobreza extrema pasarán de 70 a 78 millones, 11.42 por ciento más respecto al año previo a la pandemia.
La caída de la inversión en la región fue y será determinante para que los países que la conforman tengan serias dificultades para salir de la grave crisis en la que se encuentran; de acuerdo con la CEPAL sólo el año pasado el desplome en este rubro fue de 20 por ciento.
El mayor riesgo para la recuperación es el endeudamiento
Otra de las graves consecuencias de la pandemia en Latinoamérica, que podría tener repercusiones graves hacia el futuro y determinar la velocidad de recuperación, es el nivel de endeudamiento.
La CEPAL es contundente: América Latina y el Caribe es la región más endeudada del mundo en desarrollo y la que tiene el mayor servicio de deuda externa (pago de intereses y capital), en relación con las exportaciones de bienes y servicios.
En efecto, las cifras y gráficos presentados por la CEPAL no dejan lugar a dudas; por ejemplo, en lo relacionado con el nivel de la deuda bruta de la administración pública como porcentaje del PIB, la región alcanzó al cierre del año pasado un nivel de 79.3 por ciento, nivel que supera prácticamente en poco más de 16 puntos al 62.9 por ciento que registran los países emergentes y en desarrollo de Asia, también está muy por arriba del 56.6 por ciento de África Subshariana, del 55.7 por ciento registrado por las naciones de Oriente Medio y Asia Central y muy superior a la tasa de 39 por ciento de los países emergentes y en desarrollo de Europa.
Si lo medimos por el servicio de la deuda externa total, América Latina y el Caribe tienen un porcentaje de 57 por ciento como proporción del PIB, superior al 52.5 por ciento de los países emergentes y en desarrollo de Asia, al 51.4 por ciento de las naciones que están en la misma situación en Europa, al 36.7 por ciento de África Subsahariana y también muy por arriba del 32 por ciento de los países de Oriente Medio y Asia Central.
Este aumento generalizado del endeudamiento, que conduce a un desequilibrio fiscal, limita la capacidad de los estados para construir un futuro mejor en la región.
Pobre respuesta de México
Aunque el informe pocas veces se detiene a detallar las cifras por países, así como los datos, de repente hace algunas excepciones que permiten dimensionar entre otras cosas la magnitud de las acciones que llevaron a cabo algunas naciones relevantes en la región, como México, por el tamaño de su economía.
Es el caso del importe destinado por los bancos de desarrollo nacionales y los regionales o multilaterales para enfrentar la crisis generada por la pandemia. Por lo general, estos recursos reflejan la respuesta del gobierno mismo ya que estos fondos provienen de recursos públicos asignados por la administración de cada país. Según las cifras de la CEPAL, los bancos de desarrollo en México destinaron un total de 12 mil 879 millones de dólares para enfrentar la crisis económica, la cifra representa el 10.5 por ciento del total de recursos que se asignaron en la región, al ser una economía tan relevante, la respuesta de México parece limitada.
En total los recursos destinados en la región por bancos nacionales de desarrollo, multilaterales y regionales fue de 122 mil 674 millones de dólares de los cuales el 70.28 por ciento se asignó en América del Sur, otro 10 por ciento ya señalado en México y el restante entre las naciones del Caribe y Centroamérica.
Todos los indicadores y análisis, privados y de organismos financieros multilaterales, llegan a la misma conclusión: Latinoamérica en general, junto con el Caribe, es la región del mundo más impactada en su economía por la pandemia; conforme se añaden más datos y cifras queda en evidencia el que ya es el mayor desastre para las economías de la zona. Pero quizás lo más desastroso es que no se observan soluciones de corto plazo que lleven a la recuperación y eviten la gran amenaza de una década pérdida más.