Las empresas ya no necesitan jefes, requieren líderes – deGerencia.com
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Las empresas ya no necesitan jefes, requieren líderes

Si ponemos en contexto la evolución que ha tenido el liderazgo en las últimas décadas, lo cierto es que en el pasado era suficiente contar con ejecutivos que fueran capaces de lograr los resultados de la empresa, sin tomar en cuenta cómo lo hacían. Es decir, un buen líder en el pasado era aquel que dominaba las cuestiones técnicas de su área de negocio y lograba los objetivos que le planteaban, sin importar el sentir y pensar de su equipo de trabajo y si contaban con las herramientas y condiciones necesarias para cumplir con lo que se les pedía. En este sentido, el Director o Gerente de área sólo debía preocuparse por dar las instrucciones correctas para que todos obedecieran sin cuestionar nada.

Hoy en día, un verdadero líder es aquel que, además de lograr los objetivos de negocio, construye una relación cercana con sus colaboradores y se preocupa por ellos; de tal forma, que juntos sean capaces de exceder las expectativas. Y eso requiere de mucho esfuerzo, dedicación y preparación; no basta con tener el puesto de Gerente o Director. Actualmente, el enfoque está en el qué y el cómo enfrentar y superar los retos que implica estar al frente de un área y de las exigencias de la organización.     

Me encantaría decir que todas las empresas de nuestro país han evolucionado a esta nueva etapa pero, en realidad, no es así. Algunas están en ese camino y otras aún no. Pero lo importante es que cada vez se habla más acerca de este tema y se hace mayor consciencia de los beneficios que se obtienen dentro de una organización cuando se desarrollan líderes con ese perfil.  

Lo que las empresas necesitan: Un Líder Coach

Las empresas demandan ejecutivos que, además de cumplir con los requerimientos técnicos de su área, sean capaces de desempeñar el rol de un Líder Coach, cuyo perfil es el siguiente:

Sabe establecer los cimientos para una relación de confianza con sus colaboradores en la que exista la comunicación necesaria para que ambas partes trabajen juntos.

Crea un entorno seguro, basado en el respeto, en donde la gente se siente en libertad para expresarse.

Establece y comunica claramente los objetivos y cómo serán medidos.

Cumple las promesas y compromisos que hace para construir credibilidad con su equipo de trabajo.

Tiene la firme creencia de que todos tienen algo que aportar y cuentan con recursos para resolver problemas o situaciones complicadas.

Tiene un interés genuino por el bienestar laboral, personal y emocional de sus colaboradores.

Está en constante comunicación y escucha activa para ser un Líder presente.

Reconoce y valora la contribución de los demás.

Desarrolla a sus colaboradores, involucrándolos para que sean parte de las soluciones.

Está abierto a escuchar y poner en práctica nuevas perspectivas y formas de interpretar el mundo…



  • Ver original en Alto Nivel
  • Publicado el jueves enero 23, 2020


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