Las barreras de entrada para emprender en el mundo online
El mundo online es un lugar magnífico para emprender. Pocas dudas caben de ello. Si no lo fuera, no habrían salido tantos negocios millonarios y no habría tanta gente ganando mucho dinero trabajando desde su casa.
Sin embargo… ¿Es para todo el mundo? Hoy, hablamos de las barreras de entrada para emprender en el mundo online.
Necesitas conocimientos ajenos a tu negocio…
El primer problema del emprendimiento online es que se necesitan una serie de conocimientos que son totalmente ajenos al negocio que, quizá, estés pensando en desarrollar en internet.
Por ejemplo, supongamos que te has dedicado toda la vida a la marroquinería, y que quieres vender tus productos a través de internet. Sin duda, parece una buena opción. Y seguro que has leído muchas guías que te han hablado de los bajos costes de emprender online y de la posibilidad de acceder al mercado global.
Y es cierto. Pero… ¿Sabes SEO? ¿Email marketing? ¿Sabes montar una tienda online? ¿Sabes optimizar el código para que cargue rápido? ¿Sabes hacer esto último, pero, además, que no se vea afectado el posicionamiento en buscadores? Y podría seguir una larga lista de preguntas.
El problema es el siguiente: o te pones a aprender muchísimas cosas de marketing online y desarrollo que desconoces, o tienes que contratar a gente que se ocupe de ello. Porque, de lo contrario, nadie va a saber que estás vendiendo bolsos de cuero online. Y si nadie lo sabe, nadie te compra.
…O del propio negocio
Pero, además, también cabe la posibilidad de que tengas que aprender sobre el propio negocio. Al fin y al cabo, a muchas personas se le iluminan los ojos al oír las bondades del emprendimiento online y quieren replicar los modelos de los que les han hablado.
¿Un canal de YouTube? ¿Una web monetizada con Amazon? ¿Un podcast? Todo eso está muy bien, ¿pero sabes de edición de vídeos? ¿De marketing de afiliación? ¿Copywriting? ¿Edición de sonido?
Si quieres empezar un negocio online basado enteramente en activos digitales, tienes que saber cómo funcionan. De lo contrario, simplemente, no vas a ser capaz.
De estos dos primeros puntos se deduce una cosa que, si bien es evidente a poco que se piensa en ello, no siempre está presente en los encomios al emprendimiento online: crear un negocio digital tiene una alta barrera de entrada en lo que a conocimientos se refiere.
Si no estás dispuesto a aprender a hacerlo tú mismo, vas a tener que gastar más (sí, más) dinero que el que necesitarías para poner en marcha el mismo negocio offline.
¿Barreras económicas bajas? Sí, pero para todos
Otro punto importante que hay que entender es que, si bien las barreras económicas son bajas (no así otras, como ya hemos visto), esto no siempre es positivo. Significa que son bajas para todo el mundo. También para tus competidores.
Desde un punto de vista económico esto puede ser bueno, porque permite que haya mucha competencia y que el servicio para el cliente final sea mejor. Pero esto tiene dos problemas que hay que considerar, uno general y otro particular.
El general es que no es cierto, al menos en internet, que una mayor competencia genere mejores resultados para los clientes y usuarios finales. En internet puedes encontrar formas de ganar dinero tú a expensas de la calidad del servicio que recibe el cliente. No nos vamos a detener en ello, pero es así.
Pero el problema particular es más importante (para ti) que el general. Si bien los costes de entrada son bajos para todos, eso no significa que el que tiene menos dinero compita en igualdad de condiciones que el que más tiene. Lo que nos lleva al siguiente punto.
Sigue siendo importante invertir
Olvídate de aquello de “empieza tu negocio online sin dinero y hazte millonario en pocos años”. Lo siento, pero eso tiene mucho de mito. Es cierto que, sin dinero y con cabeza (y mucho trabajo) se pueden conseguir cosas sorprendentes. Pero no es lo normal.
Lo normal es que si, por ejemplo, encuentras un buen nicho para monetizar con Amazon Afiliados, alguien con más experiencia y dinero lo encuentre, lo copie, invierta el doble que tú, y haga que tu web deje de recibir tráfico y, por tanto, dinero.
Esta es una realidad que no se puede obviar. Quien tiene dinero puede hacer mayores inversiones en marketing. La única forma de combatir eso es con mucho (muchísimo) ingenio. Y ni siquiera así es siempre posible.
Y, además, todo esto tiene un corolario: si empiezas un negocio en internet y te empieza a dar dinero, vas a tener que reinvertirlo todo. Es decir, hasta dentro de bastante tiempo no vas a poder disfrutar de los frutos de tu trabajo y de tus inversiones, porque casi todo lo que generes tendrás que reinvertirlo para seguir creciendo y que no te coman tus competidores.
Entorno muy cambiante
Por último, hay que mencionar un aspecto clave en el mundo online: todo cambia. Y cambia muy rápido. En el mundo offline hay ciertas verdades que se mantienen a lo largo del tiempo y ciertos negocios que es muy difícil que desaparezcan en los próximos años.
Pero en el mundo online tanto los modelos de negocio como las vías de comunicación con los potenciales consumidores cambian continuamente. Piensa en el posicionamiento en buscadores, por ejemplo: cada año hay miles de cambios en el algoritmo de Google. Esa inestabilidad no es para todo el mundo.
Si quieres emprender online, debes tener una mentalidad muy particular, capaz de adaptarse a todo tipo de cambios y, además, de hacerlo rápido y de forma resolutiva. Porque en el tiempo en el que te estás adaptando la competencia puede ocupar tu lugar… Y no recuperarlo jamás.
Como puedes ver, las barreras de entrada para emprender en el mundo online parecen mínimas, pero no lo son. Aunque parezca que cualquiera puede entrar a emprender en cualquier área, lo cierto es que no es así. ¡Hay que ir con mucho cuidado!