La deuda, una tarea colosal para China
China está reduciendo deuda, pero eso no implica que la amenaza del excesivo apalancamiento no sea real. La red de compañías conectadas a la gestora de activos Huarong y a Minsheng Bank identificada por el activista David Webb el viernes muestra qué preocupa a los reguladores.
Tras el anuncio, los intereses cotizados de Huarong perdieron 1.000 millones de dólares de valor. La firma es uno de los cuatro grupos fundados por el Estado en 1999 para rescatar a los mayores bancos de China. Huarong compró más de la mitad de los préstamos dudosos en 2017, según S&P Global. Salió a Bolsa hace tres años, y desde entonces ha apostado agresivamente por la banca de inversión extranjera. Además, ayudó a financiar operaciones de grupos chinos en el exterior para las que cada vez les costaba más conseguir crédito.
Los activos totales de Huarong se han triplicado a 1,8 billones de yuanes (unos 225.000 millones de euros) en los cuatro últimos años, en torno a la mitad de ellos en la división de gestión de activos de riesgo. Su ratio de deuda en relación al capital subió de 4 a 7.