Invertir o especular, claves para sobrevivir en la marea de los mercados
Ya lo dijo el experimentado inversor norteamericano Warren Buffet: «Nada seda la racionalidad más que una larga dosis de dinero ganado sin esfuerzo». En tiempos de volatilidad económica, los ciclos en los mercados suelen ser todavía más abruptos. Últimamente, cualquier temblor en países emergentes se siente mucho más en suelo argentino. El miedo y la codicia son los factores psicológicos que determinan las etapas más claras, aunque extremas, de los ciclos del mercado.
Invertir o especular, esa es la cuestión. La depresión o crisis, cuando todo está por el piso, producto del miedo de los inversores que venden sus activos sin dudar, y por el otro extremo, la burbuja donde la euforia y la codicia llevan al máximo los valores, con un ascenso muchas veces vertiginoso.
Un inversor experimentado suele detectar de inmediato estos comportamientos. Con sólo ver el grado de pesimismo u optimismo que hay en el precio de los activos, o el grado de escasez o abundancia de capital advierten qué hacer. Sin embargo, no son las únicas aristas técnicas para tener en cuenta estas actitudes. De hecho, antagónicamente, el resto del mercado huirá despavoridamente ante una estampida. También, en un clásico de comportamiento de manada, están los que no se animan a entrar a la «fiesta» porque los precios son una ganga…