Emprender ¿el dinero es lo primero?
¿Estás pensando en emprender? ¿Tienes claro tu proyecto? Cuando te lanzas a la intensa aventura de emprender hay muchos factores que debes tener en cuenta, uno de ellos es la financiación, la gran pesadilla del emprendedor.
Pero ¿es realmente el dinero lo más importante al principio? Probablemente si les digo que “no” me llamarán loco y no es que el dinero no importe, evidentemente será necesario para dar los primeros pasos, pero desde luego no es lo más importante.
Como ya sabrás y te lo habrán repetido mil veces, emprender no es tarea fácil y si te decides, si te lanzas debes saber que tienes que estar convencido y que es una apuesta, un riesgo que tienes que asumir. Antes de comenzar hay algunas preguntas qué debes hacerte: ¿Qué valor aporta mi producto o servicio? ¿A qué sector quiero dirigirme? ¿Cuál va a ser mi modelo de negocio?
Como descubrirás, tener las ideas claras, un modelo de negocio bien definido y rentable y un business plan bien estructurado, son los requisitos previos para ponerte en marcha. Ten claro lo que quieres hacer, lo que quieres conseguir y plantéate qué medios necesitas para lograrlo. Eso sí, tienes que ser consciente que tu negocio irá evolucionando, tendrás que adaptar tu plan al mercado y a la coyuntura que te toque vivir, lo que empezará siendo un proyecto A puede terminar siendo B.
En esta fase inicial, es cuando aparece esa gran pesadilla del emprendedor, la financiación. ¿De dónde saco el dinero para poner en marcha el proyecto? ¿A quién acudo? ¿Qué alternativas tengo? Son solo algunas de las preguntas que si son emprendedores se habrán hecho y si están a punto de embarcaros en este loco mundo, se harán. Pero cuidado, enfocar bien la pregunta, no sólo se trata de cuánto, de cuándo y de dónde puedo obtener este dinero, realmente de lo que se trata es de si necesito o no financiación externa. Por daros un ejemplo, cuando comenzó la aventura de ElTenedor cada uno de los socios rompimos nuestra alcancía y con los ahorros empezamos a caminar, en ese momento no era necesaria la financiación externa.
Esta reflexión parece simple pero en pocas ocasiones se pone en práctica. Desde mi punto de vista, debes reconocer qué necesita tu negocio en cada momento. Muchas inversiones sirven para acelerar el crecimiento y conseguir ingresos. Invertir en áreas estratégicas como comercial o marketing es esencial para avanzar. Sin embargo, esta financiación en algunos casos se puede hacer con capital propio como fue nuestro caso, no descartes esa opción.
En la misma línea es muy importante estudiar las alternativas que nos ofrece el mercado, como los fondos ENISA o los tradicionales créditos. Lanzarse a la financiación a través del capital riesgo debe ser una decisión meditada y muy planificada, ya que este tipo de financiación externa supone ceder parte del control en la gestión de la empresa, es decir compartir la gestión del proyecto empresarial y su futuro. En mi opinión debería ser la última opción.
Si aun así decides que lo que necesita tu negocio es una financiación a través de capital riesgo, ten en cuenta que un modelo de negocio validado, un business plan bien estructurado y dónde se detalle a qué partida va a ir cada euro invertido, así como la máxima transparencia, van a ser tu mejores bazas para convencer a un inversor.
El dinero te ayudará a avanzar, pero la solidez y calidad de tu proyecto combinados con una buena ejecución de cada una de las acciones son los que te harán triunfar.