El liderazgo femenino es más eficaz

Cada vez se necesita más liderazgo femenino en el mundo. Es una de las conclusiones del estudio que Harvard Business Review publicó a finales del año pasado. La investigación comenzó con el planteamiento de una pregunta que muchos nos hacíamos “¿Están las mujeres mejor cualificadas para liderar durante una crisis?”. Sus conductores querían averiguar si ese era el motivo por el que se les deja tomar las riendas cuando aparecen dificultades.

La realidad parecía confirmar esta teoría. Por ejemplo, durante 2020, un estudio revelaba que los resultados relacionados con Covid-19, incluido el número de casos y muertes, fueron sistemáticamente mejores en los países liderados por mujeres. Otro examinó a los gobernadores de EE. UU. Y encontró de manera similar que los estados con mujeres líderes tenían tasas de mortalidad más bajas.

Pero, ¿cuáles son los patrones de conducta que hacen tan característico y resiliente al liderazgo femenino?

Atributos a copiar del liderazgo femenino

El año pasado, expertos de la Universidad de Harvard llevaron a cabo durante tres meses una evaluación de excelencia en el liderazgo 360 ​​grados. En ella, las mujeres recibieron una calificación significativamente más positiva que los hombres. Las líderes fueron calificadas como más efectivas que sus contrapartes masculinas, siendo esta brecha entre ambos géneros aún mayor en la pandemia, “lo que posiblemente indique que las mujeres tienden a desempeñarse mejor en una crisis”.

Gracias a ese estudio se pudo observar que las mujeres recibieron una calificación más positiva en el 69 % de los apartados de la evaluación.

Algunas de las competencias estudiadas en relación con la eficacia general del liderazgo fueron:

Proactividad.
Capacidad de aprendizaje.
Capacidad para inspirar y motivar a los demás.
Habilidades para impulsar el crecimiento de otras personas.
Habilidad para construir y mantener relaciones.
Integridad y honestidad.
Habilidades de comunicación.
Trabajo en equipo.
Adaptación a los cambios.
Toma de decisiones.
Innovación.
Resolución de problemas y habilidades analíticas.
Atención al cliente.
Orientación a resultados.
Apoyo a la diversidad.
Establecimiento de metas.
Desarrollo de estrategia.
Expertise técnico.
Capacidad de asumir riesgos.

Solo en las dos últimas competencias los puntajes de percentiles fueron ligeramente superiores para los líderes masculinos. Un claro indicativo de las áreas donde se puede empezar a trabajar en las empresas para promover el liderazgo efectivo y de calidad.

¿Por qué se considera que las mujeres líderes son más eficaces en las crisis?

El mismo estudio revela que el nivel de participación dele quipo, la confianza para la interacción con el líder y el compromiso alcanzan niveles mayores en grupos liderados por mujeres.

Los impulsores de estos atributos están relacionados, muchas veces, con la personalidad del líder. Si se muestra abierto, cercano, sabe escuchar y valora las opiniones de otros, aumentan las probabilidades de que reciba ese feedback que le facilitará comprender mejor la situación.

A partir de esa visibilidad se genera conciencia. El liderazgo femenino suele caracterizarse por expresar “preocupación por el bienestar y confianza en sus planes”.

Una encuesta Global de Mujeres en la industria de la Salud que estudió diferentes grupos de trabajo durante los primeros meses del covid-19 encontró que el 85% tenía una mayoría de miembros masculinos. Esa composición no se debía a la escasez de mujeres cualificadas con la experiencia pertinente, sino al hecho de que, en gran medida habían sido marginadas en la toma de decisiones sobre la pandemia. Dejando de lado el liderazgo femenino, el resultado ha sido que algunas políticas implementadas han costado vidas innecesariamente.

Es momento de apostar por las líderes, aprender de ellas y formar equipos de trabajo más inteligentes en todas las industrias, a todos los niveles.