El despido dorado del fundador de WeWork
WeWork no solo ha protagonizado una fallida salida a Bolsa sino que en pocas semanas se ha visto como esta start up, ubicua en muchas ciudades del mundo y que ofrece espacios de oficinas comunes, se ha venido abajo. Su mayor inversionista, Softbank va a rescatarla e inyectarle una liquidez que no tenía ni para despedir a los empleados, unos 2,000, que se teme que se queden pronto sin trabajo.
Eso si, Adam Neumann, el fundador y hasta hace unas semanas presidente de la empresa, ya ha recibido la indemnización por su salida que convierte lo que normalmente se conoce como el sobre rosado (en el que se contiene el despido) en uno dorado.
Según The Wall Street Journal, Neumann se hace con un paquete de acciones, dinero y créditos que tienen un valor conjunto de unos $1,700 millones.
No todo es dinero que se llevará a su bolsillo. De esa cantidad $500 millones son una línea de crédito para devolver sus préstamos a la banca. Softbank se compromete a comprar el 30% de la empresa que está en manos de Neumann. Es una participación que está valorada en algo menos $1,000. Eso si, parte de los beneficios de esta venta tienen que ir destinados a cancelar esa línea de crédito.
Por último, y tras dejar el consejo de administración de la empresa, Neumann se convierte en asesor de Softbank, una tarea que estará compensada con $185 millones. La penitencia es que no podrá poner en marcha otra empresa o contratar empleados de WeWork que según The New York Times va a ser presidida por el boliviano Marcelo Claure, quien ya estuvo al frente de la telefónica Sprint.
WeWork dió marcha atrás en una salida a Bolsa que la valoraba en $47,000 millones en septiembre. Ahora la empresa esta valorada en apenas $7,000 y tiene ante sí la dura labor de reconstruirse.