El (des) orden mundial que trae consigo Trump
La preocupación se extiende por las capitales europeas, y muy especialmente entre las instituciones comunitarias. Los cimientos sobre los que se sustenta el orden internacional, que ha permitido tanto a los países europeos como a la Unión Europea alcanzar cotas de seguridad y prosperidad sin precedentes, se están tambaleando. Más allá de que se pudiera intuir que el declive europeo tarde o temprano llegaría porque nadie puede pasarse siglos ocupando (o compartiendo) el puesto de mando de la economía mundial, pocos esperaban una traición del amigo americano. Y esto es lo que está pasando desde que Donald Trump llegó a la Casa Blanca, y muy especialmente en los últimos días, en los que parecería que Estados Unidos tiene una relación más estratégica con Rusia que con la Unión Europea.
Desde el final de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos ha sido el principal garante de la seguridad europea, un importante sponsor del proceso de integración comunitario y el líder del orden económico liberal basado en reglas en que se ha apoyado gran parte de la prosperidad europea. Además, desde que el mundo se volviera económicamente más multipolar, Estados Unidos solía ser un aliado con el que se podía contar.
De hecho, con iniciativas como el acuerdo de libre comercio entre Estados Unidos y la Unión Europea (el TTIP), que tan criticado fue por amplios segmentos de la ciudadanía europea, se pretendía dar un impulso geopolítico a la relación transatlántica que permitiera a Occidente mantener su liderazgo internacional y sentar las reglas del juego de la globalización del siglo XXI ante el auge de las potencias emergentes. Pero aquella iniciativa no cuajó. Trump acabó con el TTIP y ahora está abandonando a Europa a su suerte. No le interesa contar con el espacio transatlántico ni con sus otros aliados tradicionales para enfrentar el auge de China (a quien percibe como la principal amenaza para la hegemonía estadounidense) y está dispuesto a socavar hasta límites insospechados el entramado institucional multilateral (en especial la OTAN y la Organización Mundial del Comercio), que tan cómodamente lideraba Estados Unidos hasta hace bien poco…