El comercio en una caja: ¿Moda pasajera o momento de inspiración?
Ahora que el consumidor puede comprar bienes y servicios a través de Internet a cualquier hora del día o de la noche, el nuevo desafío consiste en saber cómo navegar por la desconcertante maraña de productos disponibles en casi todas las categorías. El reciente fenómeno denominado «comercio del descubrimiento» está intentando ayudar a aclarar el panorama. A través de un servicio de suscripción, las empresas están ofreciendo una experiencia de compra inédita y personalizada: suscríbase a nuestro catálogo, y reciba una vez al mes novedades sorprendentes en la puerta de su casa.
Puede ser una caja repleta de cosméticos, aperitivos, blusas o zapatos. Las posibilidades son incontables y el fenómeno está despegando. Por US$ 20 al mes, NatureBox promete salud, aperitivos naturales, como porciones de almendra y arándanos, chips de verduras y barras de higo de harina integral. Por US$ 27,99, Stork Stack envía una caja de productos «escogidos con mucho amor por nuestra equipo de madres». JewellMint anuncia cada mes «una colección versátil inspirada en el estilo de las celebridades de las pasarelas, joyas clásicas y las tendencias actuales».
El comercio del «descubrimiento» despierta una carga emocional que es fundamental para la experiencia. «¿Por qué compran las personas?», se pregunta Barbara Y. Kahn, profesora de Marketing de Wharton y directora del Centro de Comercio Jay H. Baker de la institución [Jay H. Baker Retailing Center]. «Ellas tienen una necesidad o un deseo […] Pero el modelo de suscripción presenta al cliente una nueva y divertida caza al tesoro». Para otros, es más práctico. Los padres y otros individuos son gente ocupada y no están necesariamente preparados para investigar todo lo que hay por ahí. ¿Por qué, entonces, no permitir que otros busquen las novedades y escojan lo que esté más de acuerdo con su perfil?…