El 77% de las empresas tienen beneficios, el mejor dato desde 2009
Los beneficios de las empresas españolas están en sus mejores números desde el 2009. Así lo indica un estudio realizado por la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme) y EADA Business School. La morosidad ha disminuido y el acceso al crédito ha aumentado. Al parecer, las medidas que han tomado las pequeñas y medianas empresas para recuperarse han rendido frutos. «De estar en la UCI un tiempo largo, tanto las empresas como la economía, nos subieron a planta; recientemente nos sacaron a la calle del hospital y ahora toca reforzar el cuerpo para poder salir adelante», explicó Rafael Sambola, profesor de EADA Business School y autor del informe, «VIII Diagnóstico Financiero de la Empresa Española».
El estudio, que analiza el ejercicio de 2016, puntualiza que las empresas se han recuperado por segundo año consecutivo de forma considerable, según sus principales indicadores económicos y financieros. La rentabilidad aumentó hasta el 7%, el mejor dato desde el 2007, y el 77% de las empresas tuvieron beneficio, la cifra más alta desde 2009. En el año 2013 solo el 55% de las compañías tuvieron números negros. En 2016 las ventas crecieron en promedio el 3,7%, habiendo un 81% de empresas que aumentaron o mantuvieron la facturación. Es el tercer año consecutivo en que ha aumentado la cifra de negocios en las empresas, aunque las pequeñas compañías lo han hecho de forma más discreta. «El aumento de la facturación, el de los beneficios y la rentabilidad económica son buenas señales», explicó Sambola en conversación con ABC. «Si las empresas funcionan bien, significa que hay más beneficios, más empleo y más recaudación de impuestos», comenta positivo.
Tareas a mejorar
De acuerdo con el estudio, aún no se han recuperado los niveles de actividad previos a la crisis; aunque las ventas han aumentado desde 2013, siguen por debajo de los números de 2010. Las inversiones empresariales aún no son suficientes para asegurar un crecimiento sostenible a largo plazo. «Con un 87% de los beneficios dedicados a reservas, las empresas aún están reduciendo su carga financiera», comentó el especialista. El estudio está basado en las respuestas de 700 directores financieros de empresas de todos los tamaños, sectores y comunidades autónomas. La información se recabó antes del cierre de contabilidad, y es necesario aún contrastar la información con los datos suministrados a la Agencia Tributaria, pero se espera que confirmen las respuestas.
Un 67% de los empresarios encuestados cree que el año 2017 será mejor que 2016Algunas de las principales medidas implantadas el año pasado para mejorar la rentabilidad fueron un mayor esfuerzo en la comercialización, el lanzamiento de nuevos productos, la ampliación de líneas de negocio, las mejoras en los precios de compra de las existencias y un aumento en la inversión del marketing en línea. En el 2012 y 2013, las medidas pasaban por la disminución de gastos y la reducción de costes de personal. Sin embargo, para el profesor, «se deben tomar decisiones a mediano plazo y no a corto (como reducir los gastos, los salarios o los stocks)». Para él, «la innovación, el lanzamiento de nuevos productos, abrir nuevos canales comerciales, la exportación, que las pymes pierdan el miedo a crecer, ya sea a partir del aumento de ventas o de adquisiciones o fusiones, y la formación de los empleados, traerán mejor beneficio».
«Vientos a favor»
Otra de las recomendaciones de Sambola es que la inversión en infraestructuras, por parte de las Administraciones, debería aumentar, pues actualmente el presupuesto «nos sitúa en niveles reales de hace 22 años». «Facilita la actividad económica, abarata los costes de producción, favorece el flujo de bienes y servicios, integra mercados y al final fomenta la competencia e incentiva la innovación», concreta. «Deben ser, claro, inversiones que generen un valor, no que sean cuestionables, como una vía de tren o un aeropuerto innecesarios», señala.
Para el especialista, «soplan vientos a favor, todas las variables nos pueden apoyar para que la situación siga mejorando, como el precio del dinero, el del petróleo o que el euro está a la par del dólar». «Además, los bancos han reestructurado sus balances, el consumo se recupera y las cifras de paro disminuyen, podríamos decir que hemos dejado la crisis detrás, pero hay que estar muy atentos ante cualquier variable que nos pueda afectar, no hay que bajar la guardia», agrega cauteloso. El alta médica aún no está en la mesa, vaya.
El debate salarial
Para Rafael Sambola, profesor de la EADA Business School, y autor del VIII Diagnóstico Financiero de la Empresa Española, a petición de la Cepyme, las buenas noticias deben beneficiar a todos los que forman parte de una empresa. «Es un momento para demostrar que hay ganancias, no hay que perder el miedo a que éstas beneficien también a los empleados», comentó. Sin embargo, matizó, «de 2000 al 2008 subieron los salarios en España más que en otros países de la OCDE, por lo tanto, es normal que ahora no haya las subidas salariales esperadas». Aguantar los salarios congelados «es un esfuerzo que hemos hecho entre todos, tanto empresas como empleados; se ha hecho un sacrificio importante», agregó. Aún así, augura que «podría haber pequeñas subidas salariares en 2017, pues los beneficios deberían repartirse entre todas las personas que generan valor en las empresas». Eso sí, sugiere «debe hacerse con sentido común, siempre que sea una ganancia para todas las partes de la empresa».