E-commerce: no es una alternativa más, sino la alternativa

Hace 30 años el mundo presenció un acontecimiento que ha representado quizá el cambio más radical en la historia moderna y que se refleja principalmente en la Revolución Digital: la creación del World Wide Web que tuvo su origen el 12 de marzo de 1989 a través de Tim Berners, un investigador británico. Este hecho fue la puerta de entrada que impulsó la híper-conectividad del mundo y la Revolución Digital que se refleja en el crecimiento acelerado del e-commerce.

Si bien el comercio electrónico existe desde antes de la www, fue a partir de ese momento cuando la interacción en línea permitió la aparición acelerada de compañías con alcance global como Netscape (1994), Amazon e eBay (1995), y Google y PayPal (1998).

Todavía recordamos cuando hace pocos años la vía para adquirir mercancías era visitando tiendas o a través de procesos de importación. Comprar al menudeo en el extranjero era poco viable y cuando se viajaba era cuando se aprovechaba a surtirse de cosas no disponibles en el país. ¡Qué diferente es en la actualidad!

Tan solo Alibabá, el gigante chino del e-commerce, facturó 31 mil millones de dólares en tan sólo 24 horas el pasado mes de noviembre durante el Black Friday Chino. Su labor consiste en conectar oferentes y demandantes. A simple vista, una idea poco innovadora pues es lo mismo que se ha hecho desde siglos atrás, pero la gran diferencia ha sido el vehículo del comercio electrónico en línea.

México no está al margen de estas tendencias. En mayo se llevó a cabo la 6ª edición del Hot Sale, la campaña de venta online más grande del país. De acuerdo a la Asociación Mexicana de Venta Online (AMVO) la meta de este 2019 fue de 11 mil millones de pesos en ventas, casi 30% superior a los 8.5 mil millones vendidos durante 2018, generados por más de 161 millones de visitantes a los sitios de las empresas participantes.

En la actualidad, el Hot Sale representa más del 10% de lo que se vende durante el Buen Fin, con la diferencia que las ventas en línea crecen en forma exponencial.

Durante el 2018, en México se vendieron 190 mil millones de pesos por e-commerce, una cifra 47% superior a lo que se vendió durante 2017. Un incremento porcentual mayor se espera para este 2019; esto no es una moda ni será pasajera, es la forma de hacer negocios. Ya no es tan determinante tener sucursales o equipos de transporte (grandes activos); una empresa mediana con un poderoso sitio web puede competir como los grandes.

No fue a la ligera haber comentado que la creación del www es el cambio más radical en la historia moderna. Comparando la Revolución Digital que llega a sus primeros 30 años contra la anterior Revolución que más impacto tuvo en las empresas no puede caber duda del momento histórico que nos toca vivir.

La Revolución Industrial tuvo un inicio oficial en 1769 cuando James Watt patentó la máquina de vapor, aunque fue realmente en 1633 cuando se desarrolló la primera versión de esta máquina. Ya sea si consideramos el año de Watt, o bien el de 135 años antes, el punto es que la consolidación de la Revolución Industrial requirió de más de 200 años, cuando a principios del siglo 20 tuvo su apogeo y consolidación. La Revolución Digital sigue un patrón exponencial: en menos de 30 años hizo que todo cambiara. La interrogante es cómo se irá acortando ese tiempo, pues los cambios rápidos son un fenómeno que llegaron para quedarse.