Decisiones estratégicas: ¿podemos dejarlas a las máquinas?
Muchos empresarios dudan al plantearse la posibilidad de que sea la inteligencia artificial quien tome las decisiones estratégicas de su negocio. Son los mismos que cada mañana, mientras conducen hacia la oficina le piden a Siri que les lea mensajes de texto y correos electrónicos; o que, al volver a casa después de una larga jornada hablan de nuevo con este asistente virtual solicitándole que encuentre la pizzería más cercana.
Cada vez son más las personas que han hecho de la IA parte de su vida cotidiana. Incluso los sistemas actuales de pronóstico del tiempo, los programas de filtrado de spam y el motor de búsqueda de Google, entre tantas otras aplicaciones prácticas, funcionan con inteligencia artificial.
Pero ¿por qué estos usos no nos parecen alarmantes y sí lo es pensar en un robot a cargo de las decisiones estratégicas de una empresa?
¿Qué es la inteligencia artificial?
La inteligencia artificial es la capacidad de una máquina para replicar las funciones cognitivas de un ser humano. Gracias a esta tecnología, el móvil, el ordenador, la nevera o el coche adquieren la capacidad de aprender y resolver problemas. En informática, estas máquinas se denominan “agentes inteligentes” o bots.
Hay tantas versiones hoy día que puede afirmarse que no todas las inteligencias artificiales son iguales. De hecho, lo que se considera IA ha cambiado a medida que la tecnología se desarrolla, resultando en tres niveles reconocidos:
Inteligencia asistida. Se ocupa de la automatización de tareas básicas, es lo que hacen las máquinas en líneas de montaje.
Inteligencia aumentada. Se trata de una IA que aprende del aporte humano y facilita que las personas tomen decisiones estratégicas y tácticas más precisas basadas en la información que esta tecnología les brinda.
Inteligencia autónoma. En este caso, los humanos quedan fuera del sistema. Es lo que sucede cuando actúan los vehículos sin conductor y los robots autónomos.
Habría que hacer una mención especial al Deep learning una rama de IA que requiere del uso de redes neuronales artificiales para facilitar el aprendizaje en múltiples capas. Es una parte del aprendizaje automático basado en cómo se presentan los datos, en lugar de guiarse por los algoritmos basados en tareas.
Hoy día, muchas de las aplicaciones prácticas de IA son posibles gracias al Deep Learning, que permite aumentar el retorno de la inversión, salvar vidas y obtener nuevas oportunidades de mercado.
Así planteado, se confirma que la tecnología de inteligencia artificial no es el fin, sino solo un medio hacia la eficacia y la eficiencia, hacia la consecución de capacidades innovadoras optimizadas y mejores oportunidades.
Decisiones estratégicas impulsadas por la inteligencia artificial
Antes del auge de la inteligencia artificial y de sus aplicaciones de negocio, los ejecutivos tenían que confiar en datos inconsistentes e incompletos para la toma de decisiones estratégicas. Con la inteligencia artificial, tienen modelos y simulaciones basados en datos a los que recurrir que les aportan precisión, previenen riesgos, errores y pérdidas de alineación con la realidad. Los sistemas de IA de hoy parten de cero y se alimentan de big data. Esto es inteligencia aumentada en acción, que, eventualmente, proporciona a los responsables empresariales modelos sofisticados como base para la toma de decisiones.
Hoy día, existen varias aplicaciones de IA que mejoran las capacidades de toma de decisiones estratégicas, como estas de marketing y ventas:
Gestión de la relación con el cliente. La inteligencia artificial dentro de los sistemas CRM permite automatizar sus principales funciones, como la gestión de contactos, el registro y análisis de datos y la clasificación. El modelado de la personalidad del comprador impulsado por AI proporciona una predicción del valor de vida de cada cliente que permite a los equipos de ventas y marketing trabajar de manera más eficiente.
Sistema de recomendación. Su funcionamiento se basa en un sistema de inteligencia artificial que aprende las preferencias de cada usuario y le envía contenido ajustado a su medida. Esto reduce costes y aumenta el ROI de las iniciativas, a la vez que sirve para nutrir el sistema de nueva información que, con la tecnología IA se convierte en información aprendida para crear contenido mejor dirigido.
Toma de decisiones estratégicas de marketing con IA. Conocer las necesidades y deseos de los clientes, alinear los productos a estas necesidades y deseos, y comprender los cambios en el comportamiento del consumidor es crucial para tomar las mejores decisiones de marketing, a corto y largo plazo. Las técnicas de modelado y simulación de IA permiten una visión confiable de estos aspectos y se usan para predecir el comportamiento del consumidor. A través de un sistema de soporte, un sistema de inteligencia artificial puede tomar sus propias decisiones a en base a la recopilación de datos, pronósticos y análisis de tendencias actualizados y en tiempo real.
El futuro de la toma de decisiones estratégicas empresariales con IA se da por hecho, puesto que todos los ejemplos de aplicación de esta tecnología mejoran el trabajo de las personas y les permite trabajar de manera más eficiente.
Cuando los responsables de la toma de decisiones y los ejecutivos de negocios tienen análisis de datos confiables, recomendaciones y seguimientos a través de sistemas de inteligencia artificial, pueden tomar mejores decisiones estratégicas y tácticas para sus negocios y empleados. Esta tecnología no solo mejora el trabajo de los miembros individuales del equipo, sino que también supone un impulso decisivo a la posición competitiva del negocio.